Cuidar el suelo es fundamental a la hora de pensar en un futuro más sustentable, por eso la recuperación de envases vacíos fitosanitarios se vuelve un compromiso ambiental fundamental.
Un ejemplo es el de Rubén Barbieri, un ingeniero agrónomo que con una mirada en la economía circular: recepciona y clasifica los envases vacíos que provienen de diversos productores agrícolas.
A través de su empresa Lincoln Limpio, ubicada en el parque industrial de Lincoln, Rubén gestiona el Centro de Acopio Transitorio (CAT) y planean procesar 80 toneladas de plástico por mes para el 2025.
¿Cómo termina un agrónomo trabajando en el reciclado de los envases de los agroquímicos?
Esto es un equipo. Somos dos personas, Esteban Moreno, también agrónomo y yo. Cuando surgió la ley, en el 2016, ya teníamos la idea de hacer algo con respecto a la sustentabilidad. Decidimos crear un CAT (Centro de Acopio Transitorio). Lo tenemos como un trabajo más, un anexo a nuestro trabajo. Dónde estamos dando una mano al ambiente.
¿Qué es concretamente lo que se hace?
Desde 2019, la ley establece que las empresas registrantes deben trabajar bajo la institución Campo Limpio. Esta institución se encarga de gestionar la recuperación de envases vacíos. Un concepto clave: cuando compras un producto, solo compras el contenido, no el envase. Por lo tanto, existe la obligación de devolver el envase. Esta regulación ha llevado a la creación de 81 Centros de Acopio Transitorio (CAT) activos en la Argentina.
Nosotros pusimos el CAT en Liconl en 2019. Recibíamos los bidones. En el afán de hacer algo más grande tratamos de sumar una “R” más, “reducir”. Por lo tanto somos “CAT”, y operador. El operador es el que puede moler.
¿Cómo se reduce? ¿Qué tipo de bidones son aptos?
Hay un molino triturador. El proceso de triturado se hace con agua, para seguir lavando. Cuando el productor nos entrega bidones hay dos tipos; “A” y “B”. Nosotros reciclamos el “A”, es decir, los que están bien lavados.
¿Dónde van los bidones que reducen?
Hay lugares específicos. No hay muchas empresas que nos puedan comprar el plástico a nosotros, porque nuestro plástico tiene que ir a un uso específico.
Le vendemos a una empresa, en Mar del Plata, que se llama “Politu”, hacen los tubos para la fibra óptica.
¿Cuánto plástico procesan, más o menos?
En el 2023 hicimos alrededor de 40 toneladas por mes. Y ahora este año estamos en 60, 65 toneladas por mes. Para el año que viene tenemos planeamos 80 toneladas por mes.
¿Por qué un agrónomo que labura en el campo dice “Vamos a hacer las cosas bien”?
Ni más ni menos que para dejar un granito de arena para el ambiente. Hago todo lo que puedo para contagiar a todo el mundo a que se sume.
