Luego de que el Gobierno anuncie la eliminación de las retenciones a la exportación de cueros, las curtiembres salieron al cruce y cuestionaron a los frigoríficos.
Retenciones al cuero
Mientras los frigoríficos celebraban la medida al considerar que eran "rehenes" de las curtiembres, la industria del cuero salió a desmentir los argumentos en su contra y advirtió sobre las consecuencias para la producción nacional. Señalaron que volver a exportar materia prima es ir a la “época medieval”.
En respuesta, cinco entidades del sector curtiduría emitieron un comunicado un conjunto: la Asociación de Curtidores de la Provincia de Buenos Aires (ACUBA), la Cámara Argentina de Industriales Proveedores de la Industria del Calzado (CAIPIC), la Cámara de la Industria Curtidora Argentina ( CICA), la Cámara Industrial de las Manufacturas del Cuero y Afines de la República Argentina (CIMA) y la Federación Argentina de la Industria de Calzado y Afines (FAICA).
Las cámaras rechazaron la acusación de monopolización del mercado de cueros, asegurando que el 50% de los cueros se exporta en salado por parte del sector frigorífico. Asimismo, argumentaron que la eliminación de retenciones no traerá beneficios directos para los consumidores ni reducirá el precio de la carne. “Su valor cayó un 40% en 2024 sin relación alguna con el precio del cuero o las retenciones”, señaló en el comunicado.
Además, enfatizaron que el precio del cuero representa menos del 1,5% del valor del animal en pie y denunciaron que Argentina exporta cuero como materia prima mientras países competidores lo utilizan para fabricar productos manufacturados, generando una pérdida de valor agregado para la industria local.
En su comunicado, las curtiembres también refutaron la idea de que no retiraban los cueros, señalando que solo hubo inconvenientes durante la pandemia. A su vez, cuestionaron el marco impositivo y laboral que, según afirman, los deja en desventaja frente a otros países.
"Desde la cadena de valor de la industria nacional del cuero nos resulta muy triste ver a nuestros competidores de otros países ofrecer productos manufacturados con cuero argentino, mientras nosotros perdemos mercados por condiciones que nos exceden, tales como una estructura impositiva asfixiante, una legislación laboral obsoleta y una estructura de costos en dólares imposible de trasladar y para las cuales no obtendremos respuesta”, concluyeron.