Por Sebastián Dumont

Zannini, ¿cerca de manejar la caja del Senado?

El ex candidato a vicepresidente en 2015 pasó más de 150 días privado de su libertad por el memorándum con Irán y ahora piensa en su vuelta al Gobierno, pero parece que podía no ir al Ejecutivo esta vez, sino que acompañaría a CFK en el Senado.

Mucho se habla de cuántos cargos del Poder Ejecutivo serán decididos por Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, más allá de al Gobierno, CFK vuelve al Senado. Y quizás sea ese el refugio para sus más grandes aliados. Por eso empezó a pensarse a dónde llegaría Carlos Zannini en su vuelta al poder.

Fue secretario de Legal y Técnica durante el gobierno kirchnerista y candidato a vicepresidente en 2015, con Daniel Scioli como líder de esa fórmula que finalmente perdió en segunda vuelta. Después de eso, pasó más de 150 días en la cárcel por la causa que investiga el memorándum con Irán.

Sebastián Dumont, analista político y columnista, dialogó con Palabra de Campo -por Radio 10- sobre la posibilidad de que sea Zannini uno de los líderes que acompañe a CFK en la Cámara alta. Según se supo, podría ser el secretario administrativo de la Cámara de Senadores.

Si bien se pensó en que podría ser “poca cosa” para alguien que ocupó un lugar importante en el Poder Ejecutivo y que buscaba hacer una carrera en lo político-judicial, los días privado de su libertad quitan a los dirigentes algunas aspiraciones, y este podría ser el caso.

Es decir, más allá de qué aspiraciones pueda haber tenido en su momento, los días de cárcel pueden diluir cualquier ambición. Aún así, se volvió un hombre clave en octubre, para las elecciones generales.

Según contó el especialista, Zannini fue quien armó toda la estructura de las mesas testigo con las que el Frente de Todos se hizo de los datos propios para saber cuáles eran los números y no correr la misma suerte que en agosto, en las PASO, cuando hubo que esperar muchas horas para conocerlos.

Fue, insistió, un hombre clave en ese escenario no tan público pero que le permitió volver al ruedo y organizar una estructura a nivel nacional que permitiera saber de primera mano cómo venía la elección. Ahora, podría ser la mano derecha y manejar la caja del Senado.