El Ministerio de Salud de Córdoba, a través del Departamentos de Zoonosis de la Dirección de Epidemiología, informó que murieron tres niños por Síndrome Urémico Hemolítico (SUH). Además, informaron que, en lo que va del año, hubo nueve casos en la provincia aunque sin nexo entre ellos.
Lamentablemente, todos los pacientes son menores de 7 años: cuatro de 1 año, dos pacientes de 10 meses, uno de 2 años, uno de 5 años y el último de 7 años. Todos requirieron internación.
Respecto al lugar de residencia de los dos casos confirmados en estos últimos 10 días, uno corresponde a una niña de 1 año oriunda de la Provincia de Buenos Aires que se encontraba de vacaciones en Monte de los Gauchos y fue atendida en el Hospital de Río Cuarto, y el otro a una niña de 10 meses de la localidad de El Tío, que recibió atención en el Hospital de Niños.
Patricia González, referente del Departamento de Zoonosis, destacó la importancia de reforzar las medidas de prevención, sobre todo en esta época de altas temperaturas: “Es fundamental lavarse las manos frecuentemente, ingerir alimentos completamente cocidos y prestar atención al manipular y conservar alimentos. También recomendamos la consulta temprana ante la aparición de síntomas como diarrea, vómitos o dolor abdominal”.
Sobre el síndrome:
Se presenta luego de una infección causada por un grupo de bacterias, llamadas Escherichia Coli, presentes en la materia fecal de animales y personas, que se transmite a través de alimentos o las manos contaminadas.
Afecta principalmente a niños y niñas, aunque también puede darse en adultos mayores y en quienes tienen defensas bajas a causa de otras enfermedades.
Las principales medidas para reducir el riesgo se deben enfocar en un adecuado y frecuente lavado de manos, la correcta manipulación, conservación y cocción de alimentos, y la utilización de agua segura para el consumo.
En recién nacidos, se recomienda durante los seis primeros meses de vida la lactancia materna exclusiva, y a partir de esa edad, mantener la lactancia junto con la alimentación complementaria, idealmente hasta los 2 años o más.
Para los mayores de 2 años, se sugiere que consuman leche en polvo fortificada con hierro o leche pasteurizada envasada y evitar alimentos procesados sin adecuada cocción o aquellos elaborados en lugares no seguros.
En cuanto a los síntomas, comienza con diarrea (con o sin sangre), dolor abdominal y vómitos. Otros síntomas de alarma son palidez, disminución en la eliminación de orina, decaimiento o irritabilidad. En bebés, niños y niñas, rechazo al alimento.
Si una persona presenta estos síntomas, no debe manipular ni preparar alimentos, tampoco asistir al trabajo, escuela, balnearios o piletas. Debe realizar inmediatamente una consulta médica y no automedicarse.