El fenómeno de El Niño-Oscilación del Sur (ENSO, en ingles) es un fenómeno de variabilidad del sistema climático acoplado océano-atmosfera, en donde tanto en su fase cálida (Niño) como fría (Niña) se espera que los cambios en la temperatura de superficie de mar en el Pacifico ecuatorial repercutan en cambios en distintos indicadores de la atmosfera.
Tras haber atravesado un intenso fenómeno de El Niño durante el verano del hemisferio sur, la temperatura de superficie de mar ha descendido en forma marcada desde el mes de abril. Actualmente la temperatura en la región clave de medición sobre el Pacifico (llamada Niño 3.4) es actualmente de -0,5ºC por debajo de lo normal, el limite exacto que separa las condiciones neutras de una Niña. La pregunta obligada a hacerse es: ¿Podrá este valor seguir descendiendo por debajo de este umbral en los próximos meses? Veamos…
Si bien la temperatura de superficie de mar viene mostrando un comportamiento a lo largo del año acorde al desarrollo de una futura Niña, la atmosfera no viene respondiendo en consonancia a las circunstancias. La respuesta de una Niña en la atmosfera se debería evidenciar con convección (y posteriores precipitaciones) favorecida sobre el Pacifico Ecuatorial Central y Oeste (cerca de Indonesia), en respuesta a la presencia de aire mas cálido presente sobre aguas mas cálidas que lo normal. Lo contrario ocurre sobre el Pacifico Ecuatorial Este donde la convección se ve suprimida. Este dipolo a lo largo de la línea del Ecuador sobre el Océano Pacifico altera la circulación normal de vientos en la atmosfera, intensificándose los vientos del este en superficie y del oeste en altura (Intensificación de la llamada “Circulación de Walker”). Lo que ha sucedido en estos últimos meses es que solo ha habido algunos indicios débiles como respuesta de la atmosfera al comportamiento de la temperatura de superficie de mar, tal como una pequeña región del Pacifico central con vientos intensificados en altura y un decrecimiento de la supresión de la convección en los últimos meses sobre El Pacifico oeste y central. Pero en general, al combinar el sistema océano-atmosfera, siguen reflejándose condiciones neutrales del fenómeno ENSO.
En cuanto a las simulaciones de los modelos numéricos, los promedios de ellos favorecen las condiciones límite entre una fase neutra y una fase fría (Fig.1) para la primavera y el verano en nuestro hemisferio sur, con algunos modelos particulares que en las ultimas actualizaciones han acrecentado la confiabilidad de tener condiciones neutras en los próximos meses, como el modelo NMME (North American Multi-Model Ensemble). El reciente consenso de los especialistas empieza a volcarse hacia esta idea, de mantenerse bajo condiciones neutrales en los próximos meses y apoyando esta idea en las últimas observaciones atmosféricas y en la proyección de los modelos computacionales.
El consenso final, llevado a cabo en los primeros días de septiembre por especialistas de los principales centros mundiales de monitoreo del fenómeno ENSO, aumenta la chance de mantenerse en condiciones neutras, elevando este porcentaje a 55%/60% para los próximos meses (Fig.2). Aun así, no hay que depreciar el porcentaje asignado al desarrollo de una Niña (débil) en los próximos trimestres, rondando esta posibilidad el valor del 40%, en tanto que es prácticamente nula la chance de poder tener un Niño para la primavera y el verano en el hemisferio sur.
FUENTES: Climate Prediction Center (CPC-NOAA), Internacional Research Institute for Climate and Society (IRI).
(*) Christian Garavaglia
Licenciado En Cs. de la Atmosfera (UBA), desarrolla su labor profesional como meteorólogo en el Servicio Meteorológico Nacional. Realiza además difusión de la meteorología en distintos medios de comunicación y tareas de consultoría privada, asesorando en materia meteorológica a distintas personas y empresas del país.
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