Alberto Fernández visitó un tambo en Córdoba, fue recibido allí por una familia que desde hace muchos años produce leche, la industrializa mediante la producción de diferentes tipos de quesos y, a la vez, tienen un emprendimiento porcino.
De allí, Alberto Fernández se llevó, por lo menos, una radiografía de la realidad que atraviesan estas producciones, que tienen cosas en común pero que están preocupadas por problemas diferentes, contó en diálogo con Radio Campo -por Radio Colonia- el periodista cordobés de Todo Agro, Luciano Aguilar.
Por eso, se convocó a los medios no sólo para cubrir ese encuentro sino también para contarle al precandidato a Presidente algunos números concretos que son importantes para saber cómo está la producción lechera. “Lo que pasa hoy con la producción primaria es una foto, pero para entender a dónde vamos hay que ver la película, que va a permitir estimar a dónde se puede llegar en los próximos meses, de cara a un trimestre que tendrá el condimento de las elecciones”, explica.
¿Qué le contaron al candidato? “Le comentamos que el primer semestre de 2019 el sector lácteo se mantuvo con las tres sin: sin leche, sin stock y sin créditos”, dijo, y agregó que la capacidad ociosa de la industria lechera es del 60%. “Ese fue un punto de partida para ubicar en qué momento está la lechería, pero le dijimos que viene de un año muy complicado para el sector, sobre todo después de la sequía de la campaña 2017/18, que generó pérdidas grandes en alimentación, y las vacas mal alimentadas producen menos leche”, suma.
También le aclararon que el precio al que hoy llegó el productor lechero se explica sobre todo porque hay menos leche, sube la demanda y aumentan los precios. Sin embargo, le comentaron que en cuatro años Argentina perdió más de 1.200 tambos, por diversos motivos, entre ellos la falta de recambio generacional y el bajo atractivo que tiene para los jóvenes el tambo.
Además, le manifestaron preocupación desde la principal cuenca lechera del país, por la pérdida de unas 200 mil vacas lecheras, como consecuencia de mayor cantidad de vacas en mal estado y por la falta de créditos racionales y falta de gestión en la reproducción.
