La organización de las etapas para la producción ovina da una mayor eficiencia al sistema productivo. Un manejo estacionado, posibilita planificar las fechas para realizar el servicio natural con carneros, que tradicionalmente se da en marzo y que determina las fechas de preñez, parto, amamantamiento, destete y recría. A la etapa de encarnerada o servicio se trata de llegar con los animales en un buen estado corporal para obtener un mayor porcentaje de preñez. En este sentido, la alimentación pre servicio o flushing juega un rol fundamental para mejorar estos índices.
“El objetivo en general es tratar de llegar al momento del servicio con los animales en buen estado corporal, esto es un score corporal 3. Para obtener este score corporal es fundamental realizar una buena alimentación pre servicio”, explicó Mariano Ferreira, especialista del INTA Paraná y responsable del Módulo Ovino Demostrativo.
“Dependiendo de las condiciones ambientales, ya sea de sequías o excesos hídricos, la suplementación varía de energética a proteica y de la alimentación que estén recibiendo los animales; por ejemplo, si están a base de pasturas con buen porcentaje de proteínas no es necesario hacer la suplementación proteica y sí en los casos donde la alimentación es a base de pastos naturales”, detalló Ferreira.
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El efecto inmediato de esta suplementación pre servicio es aumentar el peso vivo de los animales y aumentar la tasa ovulatoria.
Para las ovejas que no están acostumbradas a la alimentación con concentrados, se recomienda comenzar con una etapa de acostumbramiento 30 días antes de la fecha fijada de servicio e ir aumentando la cantidad de concentrado para llegar 15 días antes a la cantidad programada. Se debe mantener durante 15 días más después de largar los carneros, para evitar un desbalance nutricional que perjudique a la reproducción.
La mejor respuesta se logra cuando el aporte de proteína es mejor a lo que el animal está consumiendo para su mantenimiento y su balance energético es positivo.
Para la alimentación pre servicio proteica tradicional se deben aportar 150 gramos de proteína por día por animal, ya sea de pasturas que poseen buen porcentaje de proteína, de expellers, afrechillo o de preparados comerciales.
“La suplementación energética supone adicionar entre 20 y 30 % de la energía de mantenimiento sumándole 1,7 megacalorías a la dieta, que llevado al grano de maíz se aproxima a los 600 gramos por día por animal, el mayor efecto de esta suplementación se observa en animales con condiciones corporales entre 2 y 2,5”, expresó Ferreira.
“Para determinar si el efecto de esta suplementación fue positivo se realizan ecografías de diagnóstico de preñez, determinando el porcentaje de preñez y de mellizos de nuestra majada puesta en servicio, siempre acompañados de un profesional que nos asesore”, enfatizó el profesional responsable del Módulo Demostrativo Ovino del INTA Paraná.
Fuente: INTA Informa