“La competitividad es un asunto en el que nos tenemos que involucrar todos los integrantes de la cadena yerbatera, y abarca el emprendimiento, cualquiera fuera su escala, tanto puertas adentro como puertas afuera”, sostuvo el ingeniero Alberto Re, presidente del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) al referirse a la reunión, días atrás, de la Mesa de Competitividad convocada por el Gobierno de la Nación.
“Nos pareció muy acertada la decisión del ministro (de Agroindustria de la Nación) de plantear al sector yerbatero como una cadena de competitividad, donde los diferentes actores deben buscar puntos en común y potenciarse en un objetivo que es lograr el crecimiento de todos”, dijo el presidente del INYM al referirse al encuentro que se concretó días atrás y reunió a representantes de distintos eslabones de la cadena yerbatera con Miguel Etchevehere y demás funcionarios nacionales.
Durante la primera reunión de la Mesa de Competitividad, el presidente del INYM expuso “la importancia de contar con apoyo y acompañamiento para ampliar el mercado externo y consolidar el interno”, y en esa línea, señaló Re, “también se ha remarcado que resulta fundamental hacer más eficiente el control de la calidad del producto alimenticio, estableciendo por ejemplo reglas más claras en cuanto a quien corresponde esa responsabilidad, de manera tal que la tarea se realice con la menor dificultad posible y sin trasponer jurisdicciones, por ejemplo, entre Provincia y Nación”.
En cuanto a producción, secanza e industrialización de la materia prima, Re señaló que en la Mesa de Competitividad “se planteó como prioritario establecer programas para aumentar la eficiencia de la producción en yerbales de menos de diez hectáreas, y contar con financiamiento para levantar la cosecha y mantener el stock” del producto. A la par, “también se solicitó mejorar todo lo que sea logística, desde los caminos en las picadas hasta el transporte y la comunicación”.
“Competitividad es sinónimo de capacidad de superar dificultades y crear mejores condiciones para, en el caso de la yerba, llegar al consumidor final con un excelente producto y el mejor precio”.
“Es colocar en las mejores condiciones posibles el producto en el mercado, y eso abarca la optimización en todos lo niveles de obtención del producto. Concebirlo de esta manera es entender que somos parte de todo, y tácitamente es lo que ocurre en la yerba mate, ya que todos los eslabones están interrelacionados y creemos que mejorar esta sinergia hace a la optimización de todos, desde la planta hasta el consumidor”, profundizó, al tiempo que remarcó, a modo de ejemplo, que “el INYM es una parte más del sistema, y como tal brindará en la Mesa de Competitividad, como ya lo viene haciendo con la implementación de diferentes acciones en el sector yerbatero, todas las herramientas posibles que permitan crecer al sector”.
En la primera reunión de la Mesa de Competitividad también fueron expuestos, por distintos representantes de la cadena yerbatera, como temas prioritarios a atender, el incumplimiento en el pago (y los plazos de pago) del precio oficial del kilo de hoja verde y yerba mate canchada, el rechazo a la desregulación de precios de la materia prima, la fijación de un precio para yerba mate elaborada a salida de molino, la pérdida de competitividad en distintos mercados y el endeudamiento que enfrenta el sector industrial, ente otros.