"El Gobierno argentino continuará defendiendo los intereses de sus exportadores en el marco de las investigaciones por presunto dumping al biodiésel argentino y considerará recurrir al sistema de solución de diferencias de la OMC si las determinaciones efectuadas por el Departamento de Comercio estadounidense no respetan la normativa multilateral de comercio", indicaron a Télam hoy fuentes de Cancillería.
Sin embargo, desde el Ministerio de Relaciones Exteriores aclararon que "siguen abiertas las tratativas bilaterales entre ambos gobiernos y los respectivos sectores privados involucrados para lograr un acuerdo que suspenda ambas investigaciones, antidumping y sobre alegadas subvenciones".
"Queremos acercar a los sectores privados de ambos países y ese es parte del trabajo que hay que hacer, pero sabíamos sobre la medida de ayer: fue oficializar una determinación que ya había tomado la Secretaría de Comercio de Estados Unidos", expresó hoy el ministro de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile.
El ministro agregó en declaraciones radiales que "el jueves pasado hubo una comunicación telefónica con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross de la que participaron el presidente Mauricio Macri y los secretarios de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Horacio Reyser, y de Asuntos Estratégicos de la Jefatura de Gabinete, Fulvio Pompeo", además del titular de Agroindustria.
El anuncio de ayer sólo "plasmó por escrito los aranceles, que, por supuesto, no compartimos y por eso vamos a seguir trabajando", dijo.
"El planteo es del sector productor de biodiésel de Estados Unidos a las autoridades, que decidieron a partir de estudios que no compartimos; habrá que analizar cuáles son los pasos a seguir", explicó.
Los derechos compensatorio fueron impuestos por la administración de Donald Trump ante una denuncia de la National Biodiesel Board (NBB), cámara que nuclea a productores estadounidenses del sector, que acusa a la industria argentina de recibir subsidios por parte del Estado e incurrir en prácticas de dumping, y con la medida anunciada ayer, Washington aumentó por segunda vez estos aranceles.
La Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) rechazó este nuevo aumento, al cual calificó de "injustificado y sin fundamentos".
"La industria (de biodiésel) de Estados Unidos está teniendo ganancias extraordinarias gracias a estas medidas, ya que ahora monopoliza el mercado; pero nuestro biodiésel es el más competitivo del mundo, sin subsidios ni prácticas distorsivas. Lamentamos que la medida genere el encarecimiento del diésel en Estados Unidos, dado que sus transportistas pagarán más caro por el biodiésel al eliminarse la competencia", afirmó el presidente de Carbio, Luis Zubizarreta.
El empresario agregó que "la decisión es desmesurada, carente de racionalidad y fundamentos porque Argentina no vende biodiésel con dumping: los derechos antidumping, insólitamente elevados, no modifican la situación preexistente sino que confirman el cierre sin fundamentos de ese mercado".
"Aunque la imposición de los aranceles es provisoria, la barrera arancelaria total supera el 120% si se suman los derechos compensatorios previamente impuestos", concluyeron desde Carbio.
Ayer, a través de un comunicado oficial del gobierno de Estados Unidos se comunicó que "el secretario de Comercio estadounidense anuncia la determinación preliminar en las investigaciones por dumping de biodiésel procedente de Argentina e Indonesia, que encontró que esos exportadores vendieron ese producto en Estados Unidos con un margen de dumping de 54,36 a 70,05 por ciento" en el caso argentino y 50,71 por ciento para el archipiélago.
"El Departamento instruirá a las autoridades de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos a cobrar los depósitos en efectivo de importadores de biodiésel de Argentina e Indonesia en virtud de estos aranceles preliminares", informó la dependencia estadounidense.
El escrito agregó que "el secretario Ross también anunció que las autoridades argentinas solicitaron realizar negociaciones para suspender la determinación y la investigación sobre medidas compensatorias de las importaciones de biodiésel; el Departamento trabaja con las partes interesadas en una posible suspensión del acuerdo", aunque aclararon que "firmaría ese entendimiento solo si asegura que el daño a la industria de biodiésel estadounidense es eliminado y que las prácticas injustas de intercambio sean consideradas".
El caso es similar al que hace un año se cerró entre la Argentina y la Unión Europea en la OMC, cuyo Órgano de Solución de Diferencias (OSD) determinó que eran inconsistentes con la normativa internacional las medidas antidumping impuestas por Bruselas desde 2013 a las importaciones de biodiésel argentino, lo que derivó en la pérdida de un mercado de al menos 1.600 millones de dólares anuales.
La controversia se originó luego de que, en noviembre de 2013, la Unión Europea impusiera un derecho compensatorio de 24,6 por ciento, por lo que Argentina recurrió a la OMC, que en octubre del año pasado determinó en segunda y última instancia que esa medida era incompatible con varios artículos del Acuerdo Antidumping, entre ellos el referido al cálculo de costos de producción para determinar la existencia de dumping, tal como denuncia hoy Carbio en el caso con Estados Unidos.
La Unión Europea también fue demanda por Indonesia por las misma medidas antidumping que Bruselas aplicaba a los envíos de biocombustibles desde ese país asiático.