Actualidad

Desarrollan un método para evitar intoxicaciones en el ganado por exceso de antibióticos

Una técnica basada en cromatografía permite detectar con precisión la cantidad de monensina presente en el alimento balanceado, reduciendo el riesgo de sobredosificación en vacas y caballos.

Un avance sumamente importante para la seguridad alimentaria del ganado bovino y equino fue desarrollado en el Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (INTEC), con sede en Santa Fe. Allí, la científica del CONICET Lorena Rossini adaptó un método de análisis que permite detectar con precisión los niveles de monensina (un antibiótico ampliamente utilizado en la alimentación animal) en muestras de alimento balanceado.

La monensina es un aditivo común en la dieta de vacas, ya que previene trastornos digestivos como la acidosis o el empaste, frecuentes en animales alimentados a base de granos y alfalfa. También mejora el rendimiento productivo, tanto en leche como en carne. Sin embargo, presenta una dificultad técnica crítica, su margen de seguridad es muy estrecho. Es decir, una pequeña sobredosis puede derivar en la muerte de los animales y en pérdidas económicas considerables para el productor.

Frente a esta problemática, y ante la necesidad de contar con resultados más ágiles, surgió la colaboración entre Rossini y el laboratorio RockRiver, que forma parte de una red internacional con sede en Estados Unidos. Hasta ese momento, los análisis para detectar monensina en Argentina demoraban hasta un mes. El objetivo fue reducir ese tiempo drásticamente sin perder precisión.

Rossini, especialista en cromatografía líquida de alta performance (HPLC), logró adaptar el equipamiento disponible en el INTEC para analizar muestras sólidas de alimento balanceado mediante una serie de pasos previos que incluyen extracción con solventes, centrifugado y filtrado. Gracias a este procedimiento, el análisis completo puede realizarse en apenas quince minutos, y los resultados finales se obtienen entre uno y tres días después de recibir la muestra.

La técnica ya se implementa como parte de un Servicio Tecnológico de Alta Complejidad (STAN), que recibe semanalmente muestras enviadas por distintas plantas de alimento balanceado. Además, la herramienta fue clave en casos sensibles, como el análisis de muestras asociadas a muertes de caballos de carrera, lo que permitió descartar intoxicaciones alimentarias y esclarecer los hechos.

El éxito del método también despertó el interés de empresas privadas, que ya solicitaron estudios de estabilidad a largo plazo para otras drogas veterinarias como la salinomicina, ampliando el horizonte de trabajo del equipo del INTEC para los próximos años.

Este desarrollo no solo ofrece una solución concreta a una necesidad crítica del sector agropecuario, sino que también demuestra el potencial de la ciencia aplicada en la mejora de procesos productivos y en la articulación efectiva entre investigadores y empresas.