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El Gobierno busca que la carne deje de venderse por media res

Luego que la semana pasada se lanzaran modificaciones impositivas con el fin de desterrar la faena en negro, ahora el Gobierno trabaja en la comercialización de la carne vacuna al cambiar su venta por cortes dejando de lado la media res. El objetivo es lograr una baja en...

Luego que la semana pasada se lanzaran modificaciones impositivas con el fin de desterrar la faena en negro, ahora el Gobierno trabaja en la comercialización de la carne vacuna al cambiar su venta por cortes dejando de lado la media res.

El objetivo es lograr una baja en los precios al mostrador al impulsar que las carnicerías compren la mercadería en base a la demanda de los consumidores, dependiendo del barrio.

Se trata de un trabajo a largo plazo que empezará en forma progresiva por los grandes centros urbanos como Rosario, Córdoba o Bahía Blanca y con estímulos crediticios para la implementación. Desde la subsecretaria de Control Comercial Agropecuario, su titular Marcelo Rossi, explicó que se trata de "un tema de salubridad y de modernización del actual sistema. Es invitar al cambio".

La medida tiene como fin que el carnicero compre sólo los cortes que se venden en su barrio, el cual es sabido no son los mismos en todas las localidades. Para Rossi "éste puede tener hasta influencia a la hora de defender el precio para el consumidor".

Es vox populi que el lomo "vale oro" en barrios del norte de Buenos Aires, mientras que en otros se adquiere la milanesa, carne picada o paleta. "Si se elimina la media res colgada al hombro y sale del frigorífico en tres partes, aportaremos eficiencia el cual se verá reflejado en los valores finales", afirmó Rossi.

El funcionario explicó que los tres cortes que se impulsan son: el delantero, el parrillero y el cuarto trasero. En este último están ubicados los de mayor valor económico dado que se extraen: el corazón de cuadril, el lomo y bife angosto que representan el 7 % de la res y componen el mayor valor de la cuota Hilton que hoy se paga alrededor de los u$s15.000 la tonelada.

Se trata de una iniciativa que se intentó hacer en el 2007 y anteriormente en la gestión de Felipe Solá en su paso por la gobernación de Buenos Aires. Así también lo recordó el vicepresidente de las carnicerías porteñas, Alberto Williams al sostener "que ese sistema no funciono, no dio resultado".

"Quieren buscar salubridad y esos cortes eran cubiertos por un plástico el cual luego quedaba impregnado con olor a sangre además los frigoríficos van a cobrar un plus porque es más trabajo para ellos", dijo el dirigente.

Para Jorge Torelli, vicepresidente de la Unión de Industria Cárnica (Unica) el cambio "debe ser gradual y por etapas, dado que hay resistencias en el mercado".

Williams también afirmó que hay que ver la forma de transportarlo "dado que no es lo mismo trasladar 40 medias reses que 120 pedazos" a lo que agregó: "buscan tomar el toro por detrás cuando deben hacerlo por las astas".

Se entiende que la división de la res en tres cortes encarecería el precio en el mostrador al ser trasladado por el carnicero. La negativa en su momento estuvo dada por los altos niveles de evasión que hay en el sector. Hoy hay acuerdo en el Gobierno en desterrar la informalidad.

Rossi adelantó que se trabajará con AFIP y las provincias en buscar una nueva categoría impositiva para las carnicerías ya que "no quieren inscribirse como responsables inscriptos y en su gran mayoría terminan siendo monotributistas".

El subsecretario recalcó que "si un carnicero chico faena dos animales por día son en promedio $30.000. En 20 días son $600.000 y en un año ronda los 7 a 8 millones de pesos, queda claro que no podes ser monotributista".

Por último Rossi apunto a los frigoríficos al sostener que "se ordenará la instalación de cámaras con un plazo de 120 días. También pediremos la colocación de cajas negras con los datos encriptados los que registraran lo que se pesa y la cantidad de animales que se faenan".

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