Con el fin de asegurar la sustentabilidad de las tecnologías para el control de fúngicas que afectan los cultivos, lo más importante es el monitoreo y el apoyo en los asesores e ingenieros agrónomos que recorren los campos. Las alertas que recurren en la región también suman como dato extra para el productor, que debe estar atento, explicó Marcelo Carmona, en el desarrollo del congreso.
En su exposición hizo hincapié en no aplicar “porque sí” y tener un criterio técnico, que la soja tiene que ver con esperar lluvias desde R3 en adelante, ya que estas son las que mejor explican la variabilidad del impacto del uso de fungicidas en el rendimiento. En cambio las lluvias desarrolladas en R1 o R3 no son significativas para aplicar respuesta al uso de fungicidas.
Dentro de los fungicidas y su uso, la implementación de buenas prácticas agrícolas, conforman un rol sumamente importante, ya que regulan el momento y las dosis recomendadas para cada región.
De lo contrario se expone a que muchos hongos terminen generando una resistencia al fungicida, El desafío se encuentra en proporcionar a través de estos encuentros, herramientas de manejo para asegurar la sustentabilidad de la tecnología en fungicidas, con productividad a largo plazo y protegiendo al medio ambiente.
“Queremos derrumbar el mito de que la fenología es la calve y destacar que lo importante es el ambiente, que precipita el crecimiento de las enfermedades en los diferentes periodos fenológicos de las distintas zonas” remarcó Carmona.
La facultad de agronomía puede facilitar datos y experiencias sobre ambiente de todas las regiones del país con trabajos validados, para contribuir con material eficiente y sustentable las tareas del productor a la hora de la aplicación de fungicidas.
“A futuro se esperan desafíos mayores, las exposiciones de raíz y tallo en los cultivos son graves y requieren de facilidad de manejo. Aun así el objetivo fundamental se encuentra en cómo seguir manteniendo el negocio sustentable, combinando las buenas prácticas agrícolas y previniendo los problemas que sorpresivamente pueden aparecer como la roya negra en el trigo y la mancha blanca en el cultivo de maíz, que los productores no acostumbran a manejar” concluyó el disertante.
