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La breve historia de la gran firma agroindustrial que motoriza el país mediante empleo e inversiones

Se trata de Cresud, una empresa familiar que apuesta al sector agroindustrial y que está presente en Argentina y en Brasil. Conocé más en esta nota.

ADBlick, parte de la industria que motoriza el país mediante la inversión en granos reunió a líderes del sector agroindustrial. En el encuentro repasaron planes como es la gestión de las empresas y los ejes para crecer en contextos complejos e inciertos.

El tema: ¿Cómo hacer empresa en Argentina y en particular, siembra a gran escala, diversificación e integración como modelos de negocio?

En este sentido desde Cresud, relataron: “Vamos a las zonas en donde a la gente no le gusta ir”.

Ahí se vislumbra el éxito de un gigante de 860 mil hectáreas. Se trata de una empresa familiar con un modelo magnífico para el agro de la región.

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Diego Chillado Biaus, general manager para Argentina de Cresud, resaltó: “No hay duda que es similar a la pasión de un médico, el tipo que es agricultor lo hace porque le gusta”.

“La producción va a estar”, dijo y agregó que somos bastante esquemáticos a la hora de producir, cerramos mucha relación insumo-producto, cuando compramos el insumo vendemos el grano. Tratamos de no especular con eso, buscando productividad. Ojalá que el negocio vuelva a ser un negocio productivo y que no sea de variables no controlables, como el descalce del tipo de cambio”. “Que vuelva a ser lo que fue siempre, que al que produce bien le va bien y el que no trata de mejorar porque entiende que ahí está la clave”.

Cresud nace en nuestro país en 1936. Desde 1994 está comandada por el actual management. En 1997 empezó a cotizar en bolsa y posee al real estate como uno de los principales focos de negocio: “El core de nuestro negocio fue siempre buscar la apreciación de la tierra, y mientras tanto producir lo que mejor se adapte a cada zona”, explicó.

“Actualmente tienen presencia en cuatro países: Argentina, Brasil, Bolivia y Paraguay. En el 2006 iniciaron la regionalización en Brasil y en 2008 a Bolivia y Paraguay”, informan desde ADBlick

Chillado Biaus, declaró que “hoy soy responsable de la operación en Argentina, pero el grupo tiene cerca de 860 mil hectáreas bajo producción, de las cuales la mitad (420 mil) están en reserva y el resto en producción. En función de los momentos y las oportunidades van incorporándose a la producción, o se adaptan a los nuevos negocios que vienen, como el carbono”.

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Diego Chillado Biaus

“Somos productores agropecuarios con un fuerte sesgo financiero, trabajamos mucho en el mercado de capitales y en el real estate. Vemos al campo como un activo que se compra y que se vende. En términos generales puede hacer ruido en la cultura tradicional del agro, pero así lo vemos en la práctica.”, agregó el general manager para Argentina de Cresud.

La apuesta agroindustrial de Cresud

“Vamos a las zonas en donde a la gente no le gusta ir, a bancar las volatilidades productivas, logramos estabilizarlos (a los campos) y los vendemos para volver a arrancar”, remarcó.

La siembra potente de Cresud y cómo entienden el mercado: “Entendemos el negocio del alquiler como un negocio de arbitraje. Los agrónomos nuestros están acostumbrados a zonas marginales, no tenemos en zona núcleo. Generamos valor en la hectárea y alquilamos en zonas más estables para compensar”, repasó. Además, tienen unas 80 mil cabezas de ganado, de las cuales hay 60 mil en Argentina, con dos establecimientos de engorde a corral en donde pueden encerrar 30 mil cabezas por año.

Por otra parte, en Brasil participan en el negocio de caña de azúcar y se suman a zonas bajo riego en otras regiones de la Argentina. Todo un gigante.

“Este año va a ser bueno, no tan bueno como esperábamos. Y estamos apostando mucho al año que viene, para crecer en todas las líneas de negocio”, repasó el encargado de negocios de Cresud.

“Aprendimos a ser ágiles, cumpliendo todas las normas de gobierno corporativo. Hay un montón de aspectos asociados con los órganos de control, riesgo, créditos, exposición, capital, etc. Te quita agilidad, pero te mantiene el rumbo”, agregó.

En este contexto destaca la voluntad y optimismo del agro nacional: “Es una fábrica a cielo abierto. Si no sos optimista cuando invertís entre US$ 800 y US$ 1200 por hectárea en campo alquilado, y por más que hagas todo bien si no llueve la perdiste, ¿cuándo lo vas a ser? Porque podés hacer todo bien, pero si te agarró alguna adversidad climática no hay seguro que lo pague”.

“Es un año de números mucho más finos, arrancó y en un momento mejoró, hubo un veranito de precios de trigo que permitió capturar valores que hoy no están. Eran US$ 50 mejores a lo que uno esperaba, pasó de US$ 200 a US$ 250. Los insumos bajaron pero les falta mucho por bajar. Los alquileres no bajan pero los campos se siembran”, narró sobre la operación de Cresud en Argentina. 

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Cresud da trabajo, sólo en el agro, a 300 personas. “Por campaña, en las 60 mil hectáreas alquiladas, toman entre 15 y 20 “controladores de cosecha” para los campos en donde no tienen estructura propia. Y de ese semillero se terminan seleccionando jóvenes que pasan al proceso de crecimiento”, informan desde ADBlick.

Chillado Biaus, finaliza: “Hoy la juventud es más difícil retenerla. Se necesitan muchas cosas que antes no se tenían en cuenta, crecimiento y conectividad, home office. En mi época no era tan así”.