
La chicharrita del maíz (Dalbulus maidis) continúa expandiéndose en las principales regiones productoras del país, según lo indica el último informe de la Red Nacional de Monitoreo de la plaga. El relevamiento realizado en 378 localidades maiceras entre el 24 de febrero y el 13 de marzo muestra un incremento en la presencia del insecto, especialmente en las zonas del NOA y NEA, donde las condiciones climáticas favorecen su proliferación.
A pesar de este aumento poblacional, más del 80% de los cultivos de superaron la fase de vulnerabilidad al complejo del achaparramiento, ya que se encuentran en estados fenológicos reproductivos (R1-R6) o vegetativos avanzados (VT). En muchas regiones, incluso, la cosecha ya está en marcha o próxima a iniciarse.
El complejo del achaparramiento es un conjunto de enfermedades que afectan al maíz y son transmitidas por la chicharrita. Estas enfermedades debilitan las plantas, provocando un menor crecimiento, menor desarrollo de las mazorcas y, en consecuencia, reducciones significativas en los rendimientos del cultivo.
Por otro lado, los estados fenológicos del maíz indican su etapa de desarrollo. Los estados reproductivos (R1-R6) son aquellos en los que la planta ya está formando y madurando sus granos, mientras que los estados vegetativos avanzados (VT) corresponden a la etapa previa a la floración, cuando la planta alcanza su tamaño definitivo y está lista para la polinización.

Una amenaza controlada, pero aún presente
El investigador Alejandro Vera, de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) y coordinador de la Red, explicó que el crecimiento de la población de chicharritas era previsible en esta época del año, especialmente tras el cese de las aplicaciones de control químico. Sin embargo, destacó que este incremento ocurre cuando los cultivos ya no están en riesgo.
“No hay que bajar la guardia. Aunque la mayoría del maíz ya está protegido, es importante seguir monitoreando la dinámica poblacional del vector. Cuanta más información tengamos, mejores serán las estrategias para manejar la plaga en las próximas campañas”, indicó Vera.
Importancia del monitoreo para futuras campañas
Desde la Red Nacional de Monitoreo enfatizan la necesidad de continuar con la recolección de datos, no solo para proteger los maíces sembrados más tardíamente, sino también para generar información precisa sobre la evolución de la plaga. Esto permitirá tomar decisiones fundamentadas en futuras campañas, minimizando el impacto del complejo del achaparramiento en la producción maicera del país.
Para acceder al informe completo de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis y consultar el detalle por regiones, se puede ingresar al sitio web de Maizar: www.maizar.org.ar.
Sobre la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis
Creada en 2024 en respuesta al brote del complejo del achaparramiento del maíz, la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis está coordinada por la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar) y cuenta con la participación de diversas instituciones clave del sector agropecuario, como AAPPCE, Aapresid, CREA, INTA y la EEAOC. Su misión es proporcionar información sobre la captura de adultos de la plaga mediante trampas cromáticas adhesivas y evaluar la tasa de infección con Corn Stunt Spiroplasma (CSS), en colaboración con el Centro de Bioinvestigaciones de la UNNOBA-CICBA (Conicet).