La falta de lluvia durante los últimos meses afectó duramente la producción y Tucumán no fue la excepción. La Asociación Civil de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor), indicó que gran parte de la superficie sembrada necesitó ese último aporte de agua para poder llegar a un rendimiento aceptable y así poder hacer frente a los elevados gastos de implantación e impuestos.
"Esa lluvia que necesitábamos llegó de manera despareja pero tampoco, para los que
tuvieron la bendición, les fue suficiente. Así arrancamos la campaña fina cluecos y con un perfil de humedad de suelo muy pobre".
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Con esperanza que la situación se revierta, los productores transitaron el invierno, pero lamentablemente la naturaleza no colaboró.
La implantación de la mayoría de los lotes de Tucumán y zonas de influencia se hace fundamentalmente para mantener los campos limpios de malezas y evitar un control químico en invierno, sostiene desde la entidad.
"En la etapa inicial, se puedo ver una buena implantación pero con el correr del tiempo y la falta de aportes de alguna lluvia milagrosa se fueron deteriorando sumado a un invierno que fue muy crudo con varias heladas. Un combo explosivo que está dejando todo crocante de seco".
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La campaña está entrando en su tramo final y "hablar de cosecha va ser sólo para algunos privilegiados productores". Desde Apronor afirman que la situación de los cultivos de invierno está muy comprometida, y la mayoría de los productores solo aspiran a recuperar algo de semilla para poder volver implantar en la próxima campaña.