
La siembra de pasturas comenzará en pocas semanas. Se trata de una costosa inversión y, debe durar, al menos, 4 años. Desde Aapresid aseguran que es importante “arrancar con el pie derecho”. Es en este sentido que productores ganaderos referentes de las Regionales Aapresid nos comparten sus estrategia y tácticas para lograr un buen cultivo.
En este marco, Jorge Mazzieri de la Regional Aapresid Justiniano Posse, coordina un planteo integrado con ciclo completo y adelanta que la primera clave está en la gestión del agua: “en los últimos años la pastura se está encontrando como antecesor no muy lejano de otra pastura. En un escenario donde cada vez llueve menos y de manera más errática, esto puede ser un problema porque después de 4-5 años, la pradera vacía el perfil y deprime la napa más que un cultivo agrícola”
“Esto obliga a repensar estrategias: hay que asegurarse que a los 2 metros el perfil esté lleno; sino se termina sembrando sobre un ‘sándwich de tierra seca’ y eso condiciona el logro y durabilidad de especies como la alfalfa”, añade.
Otra cosa importante es comenzar con un lote que esté libre de malezas: “Las gramíneas se controlan cuando se corta el ciclo del sorgo, y las de hoja ancha remanentes con un control posterior, dirigido según las especies, para evitar que aporten al banco de semilla”, expone Mazzieri.
En el mismo sentido, Carlos Jusit (Regional Aapresid 25 de Mayo) indica: “si el lote tiene gramilla antes de la siembra, por algún escape, no sembramos pastura. Las malezas se deben controlar sistemáticamente en los cultivos previos”.

Foto. Desde 25 de Mayo, Carlos Jusit elige para pasturas los lotes que vienen de uno o dos años de maíz de pastoreo seguidos por girasol.
Por otra parte, desde Quemú Quemú, José Berretta (Regional Aapresid La Pampa) realiza ciclo completo. Apuesta a pasturas perennes y las elige cuidadosamente según el ambiente: “en lotes de mayor potencial, con presencia de napas, mezclamos alfalfa, con pasto ovillo, cebadilla y festuca. En lotes más arenosos, eliminamos el pasto ovillo, que es de más difícil logro y persistencia, y subimos los porcentajes de cebadilla y de festuca. En bajos hacemos alfalfa con agropiro, y en lomas arenosas, con peligro de erosión, pasto llorón”, dice.

Foto. En Quemú José Berretta elige las mezclas según el ambiente: alfalfa, pasto ovillo, cebadilla y festuca en lotes de mayor potencial, alfalfa con agropiro en bajos, y pasto llorón en lomas erosionables.
En tanto, desde el sudoeste bonaerense, Martin Marino (Regional Aapresid Guaminí-Carhué) opta por mezclas de base alfalfa, conocida en su mayoría con pasto ovillo y festuca, que siembra en la primera quincena de marzo, para evitar heladas en los primeros estadios. “Sembramos sobre antecesor trigo o cebada, lo que asegura un lote limpio de malezas, que solo requiere algún pre emergente en pre siembra y un repaso en julio”, advierte Marino, quien aprovecha para destacar la profesionalización de la actividad en los últimos años: “pasó de estar en el fondo del campo y con los últimos recursos a tener un papel central en la rotación, sobre todo en campo propio y en manos de gente que la hace bien”, manifiesta.
La siembra directa de pasturas
Para Berreta, la siembra en directa no tiene discusión: “en esta zona semiárida, hacer las pasturas en siembra directa es clave para conservar la humedad y evitar la erosión eólica de suelos con 85% arena. En los sistemas mixtos, si trabajas con buena cobertura, no tenés el problema de endurecimiento superficial para poner la semilla de alfalfa”, narra.
Marino, en tanto, elige la misma apuesta: “En el sudeste bonaerense, los vientos limitan bastante la humedad en el primer centímetro. La SD nos permite conservar la cobertura, achicando muchas limitantes y garantizando el éxito de la operación”, comenta.
Por su parte, Mazzieri añade: “pasamos con la sembradora dos veces, una primera pasada en sentido diagonal para sembrar las gramíneas de la mezcla - que permiten ser sembradas a mayor profundidad - , y una segunda para la alfalfa pasando por el eje principal del lote con una regulación más superficial. Este ‘trapezoide’ restringe las malezas”.
Por último, desde 25 de Mayo, provincia de Buenos Aires, Jusit le saca a la sembradora la colita de castor y levanta las ruedas tapadoras: “Tratamos de que la semilla quede arriba con el surco apenas derrumbado, lo que facilita el nacimiento”.