Clima

Las lluvias impulsan la cosecha de soja y elevan las proyecciones de producción

Las precipitaciones favorecieron el crecimiento de los cultivos, lo que permitió ajustar al alza las estimaciones de rendimiento, aunque aún existen amenazas climáticas.

Las intensas lluvias que azotaron la región en las últimas semanas trajeron un respiro al sector agropecuario, especialmente a los cultivos de soja. Tras un periodo de sequía y altas temperaturas, las precipitaciones elevaron las expectativas para la cosecha de este año, con una proyección que ahora supera en 1,7 millones de toneladas las estimaciones previas.

De acuerdo con el último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), los cultivos de soja se beneficiaron significativamente de las lluvias, especialmente la soja de primera. El porcentaje de lotes clasificados como "excelentes", "muy buenos" o "buenos" pasó del 65% en febrero al 90% en marzo, lo que refleja una notable recuperación en los cultivos que habían sufrido el impacto de la sequía. Por otro lado, la soja de segunda experimentó una mejora aún más drástica, con un aumento en las condiciones favorables de 19% a 73%.

En términos de rendimiento, las lluvias permitieron una recuperación en las reservas de agua necesarias para el llenado de granos, tanto en la soja de primera como en la de segunda. Esto se traduce en una mejora en los rendimientos, que aumentaron en 4 quintales por hectárea, alcanzando los 36 qq/ha. Como resultado, se espera que la región núcleo produzca 18,2 millones de toneladas de soja, 1,7 millones más de lo previsto hace un mes.

Mas allá de esta mejora, los números siguen siendo más bajos que las expectativas iniciales, que apuntaban a una cosecha de 19,2 millones de toneladas bajo condiciones climáticas normales. Sin embargo, el pronóstico actual es alentador y representa una señal de recuperación después de las dificultades sufridas en los meses anteriores.

A pesar del optimismo, los especialistas advierten que la campaña aún enfrenta riesgos. La BCR señala que el exceso de lluvias podría afectar la calidad de la soja de primera, mientras que una helada temprana podría impactar de forma negativa a la soja de segunda. Estos factores climáticos continúan siendo una preocupación para los productores, quienes deberán estar atentos a las posibles variaciones del clima que puedan comprometer los rendimientos finales de la cosecha.