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Lechería: "Lo peor está por venir, porque la gente tiene un desánimo terrible"

Por tercera vez en menos de un año, gran parte de los tambos de la cuenca lechera santafesina quedaron sumergidos bajo agua. Según las autoridades, las fortísimas precipitaciones registradas en la última semana afectaron a más de 16 mil hectáreas en distintas zonas del departamento Castellanos, en el...

Por tercera vez en menos de un año, gran parte de los tambos de la cuenca lechera santafesina quedaron sumergidos bajo agua. Según las autoridades, las fortísimas precipitaciones registradas en la última semana afectaron a más de 16 mil hectáreas en distintas zonas del departamento Castellanos, en el oeste de la provincia.

En este marco numerosos productores se encuentran al borde del colapso financiero, y no avisoran como muy lejana la posibilidad de abandonar la actividad. Este es el caso de Roberto Cattani, que tiene su campo en la comuna de Colonia Margarita, una localidad que según el último censo cuenta con 438 habitantes.

"La cosa está muy complicada. Nadie hace nada. Honestamente no puedo cuantificar el dinero que se perdió, pero la situación económica es de quebranto total", confesó Cattani.

El tambero explica que aún no se decide a dejar la actividad porque cuenta con una persona muy idónea a cargo de las vacas, pero que lo que le toca vivir es "indignante". En 2016 ya había pasado por la misma situación en dos ocasiones, en febrero y abril.

"No hemos recibido ninguna ayuda del gobierno. Cero. Conozco gente a la que llegó algo, pero en mi caso nada", dijo, para luego afirmar que "lo peor está por venir, porque la gente tiene un desánimo terrible".

El tambo de Cattani, ubicado a medio camino entre María Juana y San Vicente, cuenta hoy con unos 100 animales. Esa es la dimensión promedio de gran parte de las explotaciones agropecuarias del departamento Castellanos, donde subsisten (nunca mejor dicho) poco más de 1.000 productores.

Sebastián Operto, gerente de la Sociedad Rural de Rafaela, estimó que de continuar las precipitaciones la situación puede tornarse aún peor que durante el año pasado, cuando el clima generó que el gobernador Miguel Lifschitz declarara la Emergencia Hídrica.

"La situación más complicada está en los tambos por la muerte de las alfalfas resembradas en septiembre (que se habían perdido en abril) y el riesgo de perder también los maíces para reservas que están a punto para picarse", dijo el dirigente al diario El Litoral, y a renglón seguido estimó que, a futuro, "habrá menor producción de leche y a costos mayores, acentuando la crisis en el sector".

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