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Peras y manzanas 2025: señales mixtas en una cosecha marcada por estabilidad y cambios

Con el cierre estadístico del primer semestre de 2025, comienzan a perfilarse las primeras conclusiones sobre la cosecha de peras y manzanas en el Valle de Río Negro y Neuquén. Los datos oficiales elaborados por el SENASA y la Secretaría de Fruticultura de Río Negro revelan un total estimado de 1.122.800 toneladas.

Con el cierre estadístico del primer semestre de 2025, comienzan a perfilarse las primeras conclusiones sobre la cosecha de peras y manzanas en el Valle de Río Negro y Neuquén. Los datos oficiales elaborados por el SENASA y la Secretaría de Fruticultura de Río Negro revelan un total estimado de 1.122.800 toneladas, lo que representa un crecimiento del 7% respecto al mismo período del año anterior y un 6% por encima del promedio de las últimas cinco temporadas.

Si bien el número global sugiere una campaña relativamente estable, al analizar por especie y destino comercial emergen contrastes importantes que obligan a productores y exportadores a repensar sus estrategias ante los nuevos escenarios que plantea el mercado.

Peras: leve recuperación con buen ritmo exportador

La producción estimada de peras para este primer semestre fue de 632.700 toneladas. El incremento interanual es modesto (1%), pero en comparación con el promedio quinquenal, se observa una recuperación del 7%, reflejo de una leve mejora tras ciclos complicados por cuestiones climáticas y comerciales.

Uno de los puntos más destacados fue el desempeño exportador: las ventas al exterior aumentaron un 7%, señal de que la demanda internacional se mantuvo firme a pesar de un contexto global competitivo e inestable. En el mercado interno, las ventas crecieron un 2%, mientras que el sector industrial tuvo una suba del 15%, mostrando una mayor capacidad de absorción para fruta fuera de estándar.

No obstante, los problemas de calidad marcaron el semestre. Las heladas tardías y el granizo impactaron en la condición de una parte importante de la cosecha, lo que derivó en una baja del 22% en los volúmenes almacenados en frío respecto a abril de 2024. A pesar de esta caída, el stock actual está un 6% por encima del promedio de los últimos cinco años.

Otro aspecto que generó debate fue la diferencia entre las proyecciones iniciales y el resultado final. A fines de 2024 se esperaba una caída del 20% en la producción de peras, pero el volumen terminó siendo mayor. Esto abre interrogantes sobre la precisión de las herramientas de estimación actuales y refuerza la necesidad de mejorar los sistemas de pronóstico.

Manzanas: más volumen y mayor industrialización

En el caso de las manzanas, el escenario es más dinámico. La cosecha alcanzó unas 490.100 toneladas, un 13% más que en 2024. Este crecimiento de 57.000 toneladas marca un cambio de tendencia tras años de estancamiento.

También en este rubro las exportaciones dieron señales positivas, con un alza del 20%. El consumo interno creció un 6%, aunque sigue limitado por un contexto de consumo retraído. El dato más llamativo fue el aumento del 40% en las manzanas derivadas a industria, lo que sugiere un cambio estructural en el destino comercial de esta fruta, posiblemente influenciado por la calidad de la cosecha y por un mayor dinamismo del sector procesador.

Una cadena en adaptación

Aunque los números generales muestran cierta estabilidad, la campaña 2025 dejó en claro que la fruticultura regional debe seguir adaptándose a escenarios de alta variabilidad climática, nuevas exigencias del mercado y desafíos logísticos. La necesidad de mejorar las herramientas de estimación, fortalecer la infraestructura de frío y diversificar los destinos comerciales aparece como prioridad para sostener la competitividad de la actividad.