Agricultura

Pese a la seca, el girasol logra rindes record

El informe de la Bolsa de Cereales del pasado 11 de abril revela que, pese al atraso en la cosecha en el centro, sudeste y sudoeste de Buenos Aires y sur de La Pampa, se han obtenido rindes muy superiores a lo esperado en las principales regiones girasoleras....

El informe de la Bolsa de Cereales del pasado 11 de abril revela que, pese al atraso en la cosecha en el centro, sudeste y sudoeste de Buenos Aires y sur de La Pampa, se han obtenido rindes muy superiores a lo esperado en las principales regiones girasoleras. Con pérdidas de 60.000 hectáreas en todo el país y recolectado el 94,4% del área cosechable, se ha alcanzado una producción 3,32 millones de toneladas y un rinde medio de 20,8 qq/ha.

Las pérdidas se concentran principalmente en el sudoeste de Buenos Aires y sur de La Pampa, donde con 10.000 hectáreas perdidas y 90% recolectado, los rindes alcanzan apenas 14,7 qq/ha.  Si se excluye esta zona del total nacional, los rendimientos son de 22,4 qq/ha; superiores a los 20,3 obtenidos en la campaña anterior y a los 22,2 del récord de la campaña 2014/15.

La situación por regiones es la siguiente: en el norte de La Pampa y oeste de Buenos Aires se perdieron 5.000 hectáreas y se lograron 25,5 qq/ha; mientras que en el centro bonaerense las pérdidas alcanzaron las 3.000 hectáreas y el rinde fue de 22,6 qq/ha. En tanto, en el Sudeste se perdieron 9.000 hectáreas, y con el 85% cosechado el rinde alcanzó los 23,9 qq/ha. Finalmente, en la Cuenca del Salado hubo 4.000 hectáreas perdidas y la cosecha concluyó con 22,4 qq/ha de rinde medio.

Las cifras logradas en este contexto demuestran que el girasol merece pertenecer al portafolio de los cultivos de los agricultores pampeanos, principalmente en los años donde las dificultades por sequía son más significativas. La particularidad de esta campaña estuvo marcada por el déficit hídrico, que fue muy importante pero de magnitud irregular. Por ejemplo, fue extremo en el sudoeste de Buenos Aires y sur de La Pampa, donde los rendimientos medios no superaron los 1470 kg/ha. Sin embargo, en otras zonas como el NEA, centro-norte de Sta. Fe, norte de La Pampa, oeste de Buenos Aires y Cuenca del Salado, los rendimientos medios superaron los 2200 kg/ha y en algunos lotes incluso superaron los 3000 kg. Allí la disponibilidad hídrica fue mejor, aunque no necesariamente óptima. Pero la baja humedad relativa y alta radiación contribuyeron a evitar el desarrollo de las llamadas enfermedades de fin de ciclo, manteniendo la planta verde por un tiempo más prolongado, factor que contribuyó a un mejor llenado del grano y, consecuentemente a mejores rendimientos. Este hecho ha sido advertido por el productor quien, en más de un caso, lo considerará al momento de planificar su próximo portfolio de cultivos.

El informe del USDA de abril de 2018

Comparando con el informe de marzo 2018 se observan las siguientes modificaciones: cae en 5,7 millones de toneladas la producción de las siete principales oleaginosas. La merma se concentra en soja y una pequeña caída en maní, que no logran ser compensadas por leves mejoras en canola y girasol. Como el crushing de soja disminuye en apenas 1,6 millones de toneladas; la molienda consolidada de los siete se reduce en sólo 530.000 toneladas, registrándose subas en copra, algodón, canola y 0,36 millones toneladas adicionales de molienda de girasol.

La producción de los nueve principales aceites crece en 0,45 millones de toneladas, destacándose una fuerte suba en el caso del aceite de oliva (540.000 toneladas) y mejoras leves para el caso de la palma y el girasol, que compensan la caída en 420.000 toneladas en la oferta de aceite de soja.

En tanto, las exportaciones no cambian sustantivamente, registrándose una leve merma en las de aceite de soja, que es compensada con variaciones poco significativas para el resto. Tanto el consumo total (para todos los aceites) como la demanda del de girasol, no presentan modificaciones sustantivas, pese a la ya comentada caída en la producción de semillas oleaginosas. El ajuste de las existencias finales sólo es significativo para los aceites de palma (reducción) y oliva (aumento).

De la comparación con el cierre de la campaña anterior, surge que la producción mundial de las siete principales oleaginosas caerá 1,1%; mientras que la molienda se incrementará 3,8%. Será abastecida con 2,0% adicional de exportaciones, en tanto que los stocks disminuirán 4,5% (una vez más, por la merma de casi 6 millones de toneladas de soja en las existencias finales-).

La producción de girasol caerá 3,4%, alrededor de 1,61 millones de toneladas y el crushing disminuirá 0,9%. Las exportaciones mermarán 12,7% y se digerirán stocks por 25,5%. Por otro lado, la relación stocks/consumo bajará, para las siete oleaginosas del 23,1 al 21,2%. Para el caso del girasol, también lo hará del 6,4 al 4,8%.

En Ucrania se registraría una caída interanual del 14,5% en la producción de girasol (2,2 millones de toneladas de baja). También cae la oferta de girasol de Rusia (4,6%), mientras que sube un 12,0% la de la Unión Europea (el USDA reestimó al alza la oferta, de 9,3 a 9,6 MT). La producción consolidada de girasol de nuestros tres competidores del hemisferio norte pasará de 34,63 a 32,96 millones de toneladas (4,8% de merma). El USDA reestimó a la baja la producción argentina en 200 mil toneladas (3,6 a 3,4 MT).

La producción de los nueve principales aceites crecerá 4,7%, mientras que el consumo lo hará al 3,9%. Las exportaciones caerán 0,3% y los stocks crecerán 6,2%. La clave del aumento de la oferta se encuentra en la producción de 4,82 MT adicionales de aceite de palma (7,4% de suba interanual), de las cuales 1,79 MT pasan a engrosar los stocks y 3,19 MT van al consumo. Por su parte, la producción de aceite de girasol caerá 1,4%, mientras que el consumo subirá 3,5% y se reducirán 11,6% las exportaciones. Las existencias finales serán 13,2% inferiores a las de 2016/17.

La relación stocks/consumo crecerá de 10,8 a 11,1%, para todos los aceites. Para el caso del nuestro, caerá de 9,5 a 8,0%. Se recuerda que las producciones de aceites de oliva, coco y palma no se originan en semillas oleaginosas de siembra anual, sino que son el producto de plantaciones y sus rendimientos anuales no están determinados por decisiones empresarias del período de mercado, sino por el clima, como factor preponderante.

Por último, el USDA reestimó las exportaciones pasadas y futuras argentinas de aceite de girasol: para la campaña concluida, las redujo de 790.000 a 770.000 toneladas, mientras que para el ciclo en curso las aumentó de 750.000 a 765.000 toneladas. Nuestra participación en el comercio mundial crecerá de 7,4 a 8,3%. Por su parte, las ventas externas de aceite de Ucrania declinan en 851.000 toneladas (14,5%), hasta las 5,0 MT; lo cual reduce de 56,3 a 54,4% su participación en el mercado mundial.

Precios y mercados.
En marzo, los precios promedio mensuales de Rotterdam para los aceites presentaron en relación a febrero el siguiente comportamiento: caídas del 3,7; 1,0 y 0,5%, para los aceites de canola, soja y girasol, a la par de una suba del 0,6 % para el aceite de palma. Si la comparación se efectúa con los promedios de marzo de 2017, se registran mermas del 7,7 y 6,1% para los aceites de palma y canola, mientras que para los de soja y girasol, las mejoras son de 2,7 y 0,9%.

Al cierre del 12 de Abril de 2018, en Rotterdam el aceite de girasol cotizó para contratos de abril a 795 U$S/tn (valor superior en 5 dólares al promedio de marzo). La posición julio-setiembre registra 817,5 U$S/tn. Se observa una prima del 1,1% en la posición abril con respecto a canola y un descuento del 4,3% en relación a la soja. Para julio, se computa un descuento del 0,14% en relación al aceite de soja y una prima de 3,7% con respecto al de canola.

Para nuestras exportaciones, que enfrentan claras restricciones de acceso al mercado único de la Unión Europea, la referencia más próxima de precio externo la da el valor FOB de nuestro principal competidor: Ucrania, con el 54,4 % del comercio mundial, cuenta además con la ventaja de localización (respecto a los mayores demandantes) expresada en el diferencial de costos de fletes. Allí los contratos registran 760 U$S/tn para abril 2018. Estos valores son los que, en definitiva –corregidos por el diferencial de fletes- condicionan el FOB local de los próximos meses y por ende, la capacidad de pago de la industria al productor de materia prima.

El Ministerio de Agroindustria publicó índices FOB de 745 U$S/tn para el aceite de girasol y de 350 U$S/tn de semilla de girasol a granel para abril. Por otra parte, también presentó su cálculo del FAS teórico para el valor implícito del grano, una vez descontados el fobbing y los costos de industrialización, comercialización, financieros e impositivos. Se publicó un FAS de 6.434 $/tn, es decir 322,5 U$S/tn; en el cual no se computan las bonificaciones por materia grasa ni descuentos por cuerpos extraños y acidez.

El informe del Monitor Siogranos que, como se sabe, indica el precio y la modalidad comercial de los contratos registrados, arroja los siguientes valores medios, para el cierre del 11 de abril: a) precio Cámara Rosario 6.335 $/tn, o sea 317,5 U$S/tn; y fábrica 6.429 o sea 322,3 dólares; b) precio Cámara Quequén 5.671 $/tn, es decir 284,3 U$S/tn; y fábrica 5.625  o sea 282 dólares y c) precio Cámara Bahía Blanca: 5.820 $/tn, o sea 291,7 U$S/tn; y fábrica 5.826, es decir 292 dólares.

El INDEC publicó en su informe de “Intercambio Comercial Argentino” las exportaciones de aceite de girasol hasta febrero de 2018, que lamentablemente no incluyen el dato de harinas o pellets. Las ventas de aceite alcanzaron la cifra total de 43MU$S, con una caída de 5MU$S, con respecto a igual período de 2017 (- 10,4%).

El Ministerio de Agroindustria registró que las compras de la industria del producto de la campaña local 2017-18, declaradas hasta el 4 de abril, alcanzaban MT 1,797. Entre ellas, las efectuadas a fijar representaban el 28,2% del total, de las cuales el 47,3 % ya tenía precio cerrado.  Las compras para exportación de grano de la campaña 2017-18, fueron de 36.800 toneladas, de las cuales 41% se contrataron a fijar y un 53% ya tiene precio hecho.  Las declaraciones juradas de venta externa de grano alcanzaban las 4.900 toneladas.