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Presentarán el 16 de noviembre la primera cosechadora de campo natural construida íntegramente en Paysandú

“Es la primera máquina comercial que se realiza en Uruguay”, confirmó a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Marcelo Pereira Machín, técnico del Plan Agropecuario. “Se han utilizado muchos elementos de otras máquinas que existen en Australia, Estados Unidos y Canadá. Esta novedad para el país tiene como objetivo...

“Es la primera máquina comercial que se realiza en Uruguay”, confirmó a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Marcelo Pereira Machín, técnico del Plan Agropecuario. “Se han utilizado muchos elementos de otras máquinas que existen en Australia, Estados Unidos y Canadá. Esta novedad para el país tiene como objetivo procurar restaurar el campo natural, ya que hay lugares en el país en el que el acceso a la semilla comercial es imposible porque no hay, y esto brindaría la posibilidad de cosechar pooles de semilla para restaurar y acelerar el proceso de formación de campo natural”, añadió.

Pereira la denominó “de cepillo”, porque es como una barredora de ruta que tiene “un cepillo cilíndrico de 40 centímetros de diámetro que gira y cosecha pooles de semilla de campo natural, que va cayendo en una tolva”. Indicó que la máquina “está quedando muy linda y después habrá que probarla”, y que “la ciencia es la construcción del cepillo, que nos ha dado muchísimo trabajo y ha sido casi artesanal su construcción”.

Sostuvo que su construcción “ha demandado el trabajo de varias personas. Desde el eje del cepillo –que es una barra de nailon– hasta quien puso la cerda, y el que hizo la parte metálica de la máquina y el responsable de los planos. Es un conjunto de personas que trabajaron en la máquina, que es toda una novedad”, aseguró el técnico.

La máquina, construida desde cero, “se puede cinchar con un auto, cuatriciclo o con un caballo si se quiere”, afirmó Pereira. “Tiene un ancho aproximado de dos metros con ruedas rodado 14. Posee un cepillo frontal de 1,40 metros y 40 centímetros de diámetro, y por encima del cepillo una carcasa metálica que lo envuelve y una tolva detrás. El cepillo gira en sentido horario, golpea la planta y toda la semilla que está madura cae en esa tolva que va detrás de la máquina”.

Explicó que tiene un motor que mueve el cepillo, “a su vez tiene un sistema hidráulico eléctrico que permite subir y bajar la máquina. La misma puede cosechar de una altura de 10 – 12 centímetros, hasta 1,15 metros de alto, dependiendo de la especie que se pretenda cosechar”. “No es un invento nuestro, sino que miramos diferentes máquinas en el mundo y así construir este primer prototipo para Uruguay, ya que la importación estaba por encima de los U$S 50.000, y dispusimos para el proyecto de U$S 10.000 para su construcción”, aclaró.

“Obviamente después habrá que probarla”, pues “como todo prototipo tendrá sus ajustes, y en especial con el cepillo, lo que es normal”, dijo. En ese proceso, Pereira explicó que “habrá que ajustar el cepillo si anda bien o no, probarla y después comenzar a cosechar la semilla, ver en qué condiciones queda y qué tratamiento se le dará”.

Comentó que muchas veces en Europa los campos no se pueden restaurar porque no hay semilla. “En Estados Unidos se cosecha solamente semilla en las banquinas porque no les queda nada y desapareció casi todo, mientras que en Uruguay tenemos la gran ventaja de que hay mucho y muy buenos campos naturales”.

Explicó que también se está haciendo otra máquina, pero ésta no es una innovación. “Denominada máquina de batea, son dos tanques de 200 litros que se ubican en el frente de la camioneta. Se circula a 15 kilómetros en la hora, van golpeando la planta y cayendo la semilla dentro de esa batea”.

MESA DE GANADERÍA
El jueves 10 de noviembre, a las 10, estará sesionando en la colonia Juan Gutiérrez, la Mesa de Ganadería de Campo Natural, convocándose a todos los interesados a un taller en donde se presentará información nueva sobre las pasturas naturales del basalto.

Pereira Machín indicó que se realizó un proyecto de investigación “liderado por la Facultad de Ciencias en la cual nosotros participamos activamente, determinándose cuáles son los diferentes estados que tienen las pasturas naturales del basalto, tanto en el basalto profundo como en los superficiales”.

En la oportunidad “se estará describiendo cada estado, midiéndose la altura de la pastura, diferentes estratos como ser si tiene o no caraguatá, si tiene mio mio”, señaló. Se cuantificó en el basalto “cuántas hectáreas hay en cada estado, para saber más respecto a la conservación de las pasturas naturales y que los productores intervengan en el taller diciendo si identifican esos estados en sus campos, y cuál es el estado más deseable al que se pretende llegar cuando se maneja un campo de basalto”.

Para el profesional “es una información muy novedosa, para lo cual se realizó un sorteo en donde se tuvieron que hacer los relevamientos botánicos, y se estará presentando por primera vez esa información”. Posteriormente la Mesa de Ganadería de Campo Natural sesionará en régimen ampliado, como lo hace normalmente.

CARPETAS VERDES
En el marco de la presentación de los resultados del ejercicio de las Carpetas Verdes que realizó el ingeniero agrónomo Carlos Molina en Montevideo, Marcelo Pereira expuso previamente sobre la situación forrajera de ese ejercicio.

“El Plan Agropecuario tiene un convenio con la Universidad de Buenos Aires, mediante el cual nosotros accedemos a los datos de las tasas de crecimiento de varios predios en forma mensual. Actualmente se monitorean cerca de las 100.000 hectáreas que involucran a más de 90 establecimientos, con un total de cerca de 800 potreros. Esto nos permite tener una visión más amplia de qué está pasando o pasó, con las tasas de crecimiento del ejercicio”, dijo. Aclaró que de julio 2015 a junio 2016, los resultados arrojan que hay dos áreas claramente diferenciadas: “Hay un gradiente que va desde el noroeste del país, involucrando mayormente a los predios de basalto, hacia el sureste del país”.

Puntualizó que mientras “más nos aproximamos al sureste, involucrando el área agroecológica de las colinas del Este y las Sierras del Este se presentan determinadas características. El invierno del año pasado fue muy deficitario con tasas de crecimiento bastante por debajo del promedio de los últimos 15 años. La primavera también fue deficitaria, porque le costó arrancar enormemente”. Si bien posteriormente se registraron picos de crecimiento de forraje por encima de lo normal –fundamentalmente en los meses de verano–, “fueron cortos y de no mucha magnitud”, aclaró Pereira.

Respecto a los suelos de basalto, dijo que “la crisis invernal no fue tan severa y la primavera fue prácticamente normal, y en el verano –diciembre-enero– hubo picos de crecimiento muy por encima de lo normal, lo que permitió entrar en este invierno con pasto”.