Agricultura

Productores frutícolas del Alto Valle alertan sobre la difícil situación que están atravesando y piden ayuda

“Si el Gobierno nacional no propone un apoyo para los pequeños y medianos productores frutícolas de los Valles Productivos de Río Negro y Neuquén, van a desaparecer y con ellos su producción”, destacó Carlos Zanardi.

Los productores de peras y manzanas del Alto Valle alertaron sobre una situación complicada para el sector y pidieron ayuda a las autoridades.

Según señalaron, las cadenas de valor de ambas frutas “están al borde”, en un escenario que mezcla la baja del consumo local, menos exportaciones y la falta de políticas específicas para la producción.

“Si el Gobierno nacional no propone un apoyo para los pequeños y medianos productores frutícolas de los Valles Productivos de Río Negro y Neuquén, van a desaparecer y con ellos su producción”, destacó Carlos Zanardi, presidente de la Cámara de Productores Agrícolas de General Fernández Oro, en Río Negro.

Es importante mencionar que Río Negro y Neuquén concentran el 80% de la producción nacional de peras y manzanas, lo que además genera más de 75.000 empleos directos e indirectos. De su volumen total de producción, cerca del 50% se envía a mercados internacionales.

Productores ante un dólar desajustado

Zanardi resaltó que, en estos días, los productores enfrentan el impacto de un dólar desajustado y un aumento en los costos. En el caso de la mano de obra -que representa el 65% del total de los gastos de producción- reconoció que subió un 115%, mientras que el aumento del dólar oficial con el que se pagan las exportaciones no alcanza para resolver la situación.

En este contexto, se observa una gran reducción en la superficie cultivada, con una producción de peras y manzanas que en los últimos 15 años cayó de 2 millones de toneladas a 1,1 millones.

Con cifras que no concuerdan, una imagen cada vez más común en la región del Alto Valle es que las empresas desechan frutas. En algunos casos, las entierran en sus terrenos, en otros las venden a la industria, pero a precios muy por debajo de sus costos productivos.

Esto se refleja en cifras que generan preocupación entre los productores. Por ejemplo, calcularon que, hasta el pasado mes de octubre, el stock de peras de frío era de 49.000 toneladas, un volumen que en esa área está un 70% por encima de los promedios en comparación con las últimas cinco temporadas.

Con este panorama a la vista, una de las pocas alternativas que tienen las empresas es realizar ventas a destinos como Rusia, Perú y Bolivia. Aunque los compradores ofrecen precios muy por debajo de los normales, a los empresarios argentinos no les queda más opción, al menos para intentar cubrir sus costos de producción.

Así, comercializan la caja de frutas a un precio que oscila entre U$S 8 y U$S 10 la caja, cuando en una situación normal esos precios pueden estar entre U$S 15 y U$S 18..