Un joven robó agroquímicos del interior de un galpón y los quiso negociar con otro productor de la zona, pero dieron aviso a la Policía que abortó el hecho.
Entre vecinos
Vender mercaderías robadas es delito, tanto como comprarlas. Tal cosa es lo que estuvo a punto de suceder en Crucecita Tercera, departamento Nogoyá, Entre Ríos hasta que, el domingo, intervino la Brigada de Prevención de Delitos Rurales de Nogoyá, gracias al aviso de un productor de la zona.
La crónica policial da cuenta que los efectivos fueron alertados sobre una persona que estaba sustrayendo fitosanitarios del interior de un galpón a un productor y los andaba ofreciendo para la venta a otro vecino.
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Con tales precisiones, los brigadistas montaron un operativo inmediatamente y en el callejón frente al Almacén Chiconi lograron interceptar al ladrón que se conducía en una camioneta Chevrolet S-10 cargada con tres cajas de herbicida granulado y un bidón de 20 litros de 2-4D líquido. La suma de esa mercadería tiene un valor que ronda los 1.000 dólares.
Lo curioso del caso, es que el ladrón de 25 años, también es vecino de la zona. Según consigna la crónica más adelante, “conforme directiva impartidas por la fiscalía en turno que tomó intervención, se le practicó una correcta identificación y el secuestro de los elementos sustraídos y entrega de los mismos al damnificado”.
