Ganadería

Verano y distrés en bovinos: ¿cómo prevenirlo?

El Director Nacional de Sanidad Animal de Senasa, Leonardo Pérez Parry, detalló que el bienestar animal es un conjunto:  salud, comportamiento, estado mental y también ambiente. En este sentido, mientras comenzamos a atravesar el periodo estival, se presenta un factor externo sobre el animal que va a influir...

El Director Nacional de Sanidad Animal de Senasa, Leonardo Pérez Parry, detalló que el bienestar animal es un conjunto:  salud, comportamiento, estado mental y también ambiente.

En este sentido, mientras comenzamos a atravesar el periodo estival, se presenta un factor externo sobre el animal que va a influir directamente sobre el bienestar de él. La palabra importante es: distrés.

“El distrés es un estrés que no lo puede manejar el animal, un estrés para el cual no está adaptado y que, al llegar a este cuadro, afecta directamente su salud, su comportamiento y, lógicamente, altera la calidad del producto final”, puntualizó Pérez Parry.

Asimismo, explicó que, con bovinos destinados a producción de carne, hay varias maneras para aminorar el calor:

- Aplicación de sombra.

Se sabe que la mejor sombra es la natural, la de los árboles, porque las hojas, al ser organismos vivos, que están compuestos en su mayoría por agua, van absorbiendo temperatura. Al evaporarse, llega a esta capacidad de enfriamiento del agua y no solo que genera sombra, sino que además enfría el ambiente.

“En lugares donde no tenemos sombra natural, no nos queda otra que aplicarla de forma artificial. Esto es, más que nada, a través de media sombra del 80% que debe estar entre 2 y 3 metros de altura para asegurar que puede circular el aire,”, indicó.

Y agregó que siempre hay que tener en cuenta el total de los animales que tienen que ir a esa sombra; de forma tal que todos los animales pueden tener acceso a la sombra en determinado momento. Como regla general, se habla entre 2 y 4 metros cuadrados por animal.

- Consumo de agua.

Por otro lado, el agua siempre tiene que ser de libre acceso y de la mejor calidad posible: fresca y potable. En ese sentido, Pérez Parry especificó que se deberá tener en cuenta la forma en la que el animal accede al agua.

“Y si hablamos de aguas naturales, es una cosa. Pero si estamos teniendo en cuenta que son lugares más intensivos, donde no queda otra que aportarle un bebedero al animal, este bebedero también debe estar en buenas condiciones: que no esté sucio, que no tenga saliencias, que el animal pueda lastimarse al acercarse. Tenemos que tener en cuenta que todos los animales pueden acceder casi al mismo tiempo”, manifestó el representante del Senasa.

- Alimentación.

En este caso, deberá ser mayoritariamente lo que se denomina una dieta fría; esto es, en un alto porcentaje de fibras y tratar de dejar de lado alimentos con mayor cantidad de carbohidratos como son mayoritariamente granos, que generen un aumento de calor metabólico.

- El manejo.

Durante todo el año tiene que ser con el menor estrés posible, lo que significa dejar de lado el manejo con gritos, rebenques o golpes, sino tener en cuenta un manejo más amigable con el comportamiento del animal.

“Esto es, teniendo en cuenta su propia velocidad natural, acompañándolo a través de estimuladores visuales del movimiento, como están de moda ahora las banderas. Y usándolo de distintas maneras podemos hacer que el animal avance, que gire, que frene. Esto tenemos que tenerlo especialmente en cuenta para evitar que no pueda mitigar este calor que es estresante para él”, detalló Pérez Parry.

Por último, indicó que en lo posible siempre coordinar los manejos y los trabajos con la hacienda en los horarios más tempranos a la mañana y en los más tardes a la noche; de modo tal de evitar las horas donde el sol es más fuerte.