Desde el CONICET trabajan en tecnologías para mejorar la vida de las comunidades rurales de Argentina. Guillermo Catuogno y equipo, “han transformado la vida de comunidades rurales de San Luis, la Patagonia y Chaco a través de la instalación de sistemas renovables que brindan soluciones vinculadas con el agua, la energía, la salud, la educación y la producción”, expresan desde la entidad.
En este sentido remarcan que: “El Laboratorio de Tecnologías Apropiadas (LabTA), liderado por el investigador del CONICET Guillermo Catuogno en la Universidad de San Luis (UNSL), capacita a estudiantes secundarios para implementar proyectos que proporcionen acceso a electricidad y agua a comunidades rurales cercanas con fines de consumo personal y también para fines educativos, productivos y de salud. En los últimos siete años ha concretado 25 proyectos que beneficiaron a comunidades rurales de San Luis, la Patagonia y Chaco”.
“Estamos convencidos que la comunidad científica puede cumplir un rol más que importante a través de políticas de responsabilidad social asumiendo un liderazgo comprometido, plasmándolo en acciones educativas, de investigación, extensión y transferencia, por medio de la formación de personas que actúan como agentes multiplicadores y desarrollo de tecnologías apropiadas que se puedan difundir entre las comunidades y sus territorios”, asevera Catuogno quien es doctor en Ciencias de la Ingeniería e ingeniero electricista-electrónico y lidera LabTA en la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias (FICA) de la UNSL con sede en la ciudad de Villa Mercedes. Y añade: “Tengo las dos pasiones, lo social y lo tecnológico. Entonces nada más lindo que hacer lo que a uno le gusta y más si uno puede beneficiar a otras personas”.
En tanto, el investigador explica: “Estas microrredes al ser aisladas, pueden tener diferentes aplicaciones como ser en un paraje rural, un avión-drone, un vehículo eléctrico o en un sistema ininterrumpido para pacientes electro dependientes”. Y suma: “la principal actividad del laboratorio es la transferencia de tecnología hacia los más necesitados, con gran participación de los alumnos de las carreras de ingeniería en los proyectos, logrando un involucramiento de estos en la actividad social, sin descuidar la parte de desarrollo de nuevas tecnologías”.
“Hasta la fecha hemos capacitado a más de tres mil estudiantes de escuelas secundarias de San Luis, Buenos Aires y Chaco que participan de la transferencia de las tecnologías en las comunidades cercanas”, indica el investigador del CONICET.
CONICET: Casos exitosos de transferencia tecnológica
Respecto a este tema, desde la entidad expresan que “muchas comunidades se han visto beneficiadas gracias a la labor de LabTA. Por ejemplo, la escuela rural María Florentino Carreño, en la Provincia de San Luis, se localiza en un territorio de difícil acceso y el cruce de arroyos imposibilita la circulación de vehículos urbanos. No poseía servicio eléctrico y solo contaba con grupo generador que funcionaba algunas horas por día, pero ahora, gracias a la labor de LabTA y mediante la instalación de un sistema eólico-solar, dispone de servicio de electricidad e internet las 24hs del día”.
Para Johana Muñoz, docente de la escuela rural María Florentino Carreño, el trabajo de LabTA “fue algo que nos cambió al 100 por ciento porque ahora tenemos energía eléctrica todo el tiempo, entonces para nosotros fue algo fundamental y por eso estamos agradecidos para siempre”.
“El mayor reconocimiento y la mayor satisfacción que sentimos como investigadores es cuando vemos que por nuestro trabajo una familia prende la luz o abre una canilla y sale agua, la verdad que eso no tiene precio. Si todo lo que hacemos lo hacemos con el corazón y pensando en el otro, vamos a tener un mejor país”, remata Catuogno.
CONICET: Nominación al premio “Abanderado del año”
Por transformar la vida de comunidades rurales mediante la resolución de problemas reales a través de la ciencia y la tecnología, Catuogno fue seleccionado (de un total de 700 postulantes) por un jurado para integrar la nómina de 8 personalidades distinguidas con el Premio Abanderado 2024 organizado por la Fundación Noble y Grupo Clarín, que reconoce a personas de Argentina que se destacan por sus acciones solidarias. A su vez, Catuogno y los otros siete abanderados integran una lista de nominados y el candidato que gane más votos de parte del público general será elegido “Abanderado del año” y obtendrá $10.000.000 para destinar a su proyecto. Se puede votar hasta el jueves 28 de noviembre.