Desde la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (BolsaCER), analizaron, junto a la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), cómo se componen las erogaciones que son necesarias para la producción. También puntualizaron en los ingresos y los rindes.
Lo que hicieron es tener en cuenta la estructura de costos de cada cultivo, “los rindes históricos observados por la BolsaCER y los precios pizarra del 26 de diciembre de 2024”, informaron desde la entidad.
En este sentido, indicaron que “en el total de costos, incluyendo desde los operativos hasta los de arrendamientoS y comercialización, se concluye que el conjunto de labores más insumos es la porción más importante, es decir representan aproximadamente el 51% del total. El arrendamiento, condición en la cual se encuentra cerca del 70% de la producción entrerriana (a partir de datos aportados por la Red de Colaboradores), ronda entre el 15% y 28% dependiendo la estrategia de rotación empleada en la producción”.
Sobre los rindes
Además, dicen que “se observa que los rendimientos históricos no alcanzarían los rendimientos de indiferencia actuales, necesarios para cubrir el costo de arriendo tanto en trigo como en soja, pero no así en el maíz.”
“En el caso del trigo, el rendimiento histórico sólo lograría solventar el 88% de los costos para la producción en campo propio y el 76% si incluimos el pago de arrendamiento. Aunque dicho rinde se ubica un 13% por debajo de las perspectivas para la campaña 2024/25; el problema radica principalmente en el escenario actual de precios, los cuales presentan una tendencia a la baja, desde 2022”, concluyen.