
El presidente de la Cámara Argentina de Feedlot, Juan Eiras, dio una entrevista para el medio LM Neuquén. En la misma habló del cepo, y expresó: “La noticia fue muy bienvenida. Somos más de 200 empresas, con un millón de cabezas encerradas. Y si bien hubo mucha incertidumbre en los primeros días, cuando el dólar Banco Nación se perfiló en 1230, 1240 y se mantuvo estable, haciendo cuentas... Y si bien algún corral podrá tener algún ajuste menor en el costo de alimentación, el precio del maíz en la Argentina hace ya varios años es casi pleno hasta las retenciones. Mientras el nuevo dólar fluctúe en el rango anunciado, algunas zonas pagarán el insumo con un ajuste de entre 2 % y 5 %. En alguna otra región, como estamos en tiempos de cosecha gruesa, no van a ajustar nada, porque la oferta será muy abundante. Y después no debería repercutir en nada más, porque la hacienda, el ganado gordo y la invernada están con buenos precios y no se fijan por el valor del dólar. Así que volvemos a un tema de oferta y demanda. Para quien vive en Patagonia, cuando viene la veraneada vale menos; pero cuando el invierno se impone, hay menos hacienda y, en consecuencia, vale más. En el caso del ganado, sabemos que siempre se imponen los volúmenes ofertados y demandados. A la exportación de carne es un poco prematuro hacerle la cuenta, porque todavía se mantienen las retenciones del 6,75 %. Nosotros seguimos peleando, igual que la industria, como productores, para que la carne tenga que ir a cero retenciones, para sacar otro gris más. En términos de recaudación, ese 6,75 % representa muy poco, pero en la cadena de las carnes tiene una influencia importante.”

Por otra parte, se refirió a la relación y equilibrio que hay entre la demanda, el consumo y la exportación: “Es difícil mirar a la Argentina porque hay que ir más de 50 o 60 años para atrás... Cuando uno mira a otros países, la gente consume los niveles de proteína de los cinco tipos de carne: vacuna, porcina, aviar, ovina y pescados. Son países que consumen igual que nosotros, y se habla de 115 kilos por habitante/año en total. Cuando la exportación se afirma, sin duda tracciona algo al supermercadismo, lo obliga a alinear un valor para el productor un poco más alto, y cuando los mercados internacionales están más flojos, el supermercadismo se impone sobre ellos. Es un juego que debe existir y que existe en todos los países. Cuando la carne vacuna se pone un poco más cara durante cuatro meses, en general aumenta un poco más el consumo de carne porcina y aviar. Eso es muy dinámico. En el caso de la carne vacuna, somos miles de operadores. Hoy, el consumo está pagando más que la exportación. Un novillo para el supermercado vale más que un novillo para la exportación. Es así. La exportación faenó menos y exportó menos. Y es así. Hay que ajustar el estándar sanitario único, que es mínimo. No puede competir un frigorífico con empleados en blanco y todas las habilitaciones contra un colgadero donde no hay nada de eso contemplado. Entonces, eso sí es un tema que preocupa. Y Patagonia tiene parte de eso, porque tiene la cultura del ovino, pero en vacunos también —dicen algunos socios y productores conocidos— eso sigue existiendo, porque hay ciudades o pueblos con muy bajo consumo, con lo cual la faena se vuelve muy informal. Esas cosas sí hay que trabajarlas, y el Estado y el SENASA deben regular. En lo que hace al comercio, mientras la cuenta nos dé 100 kilos por habitante/año de proteína total... Solo hay dos países en el mundo que consumen lo que nosotros, y son Uruguay y Estados Unidos. No puede ser que los otros 135 países estén tan equivocados cuando comen cerdo y pollo en cantidades diferentes”, lanzó Eiras.
Eiras y el mercado interno
Por último, habló sobre los principales clientes de los feedlots. En este sentido dijo que “el mercado interno sigue siendo el mayor cliente de todos. Pero hoy estamos al 50 % de ocupación en las grandes hotelerías. Somos 35 empresas. Da la impresión de que la exportación ganó terreno en querer tener hacienda propia en los feedlots donde damos servicio. Pero, cuando tomamos el total de los feedlots, son 6 a 7 millones de cabezas que se producen bajo el sistema; la proporción es diferente. Cuando se analiza la faena del país, hoy es 70 % consumo y 30 % exportación. Pero de esas cifras hay que restar las categorías de faena que no pasan por los corrales. Los corrales tienen menos del 1 % de vacas. Pero la faena de vaca de corte y de vaca de consumo sigue siendo importante en el país, especialmente en la mitad norte de la Argentina. La vaca de descarte gorda, en base a la experiencia, si se toma la faena de consumo de feedlot y la de exportación de feedlot —que incluye novillos y vaquillonas pesadas—, el porcentaje de consumo debe estar en un 80 % o 90 %. Las categorías de exportación dentro de los corrales son las premium, que son los novillos y las vaquillonas pesadas, porque los mercados externos requieren ese tamaño y esa terminación. Así que el consumo es nuestro mayor cliente”, remató Eiras.