“Para la Argentina los temas agrícolas son de extrema importancia porque somos un gran productor mundial y aspiramos a ser un supermercado agrícola, por lo que vemos la situación con interés y preocupación”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores.
Faurie advirtió que “hemos avanzado un poquito desde 2002 hasta 2015, y en la reunión ministerial de la OMC en Bali (Indonesia) se acordó un pequeño recorte de subsidios agrícolas, que se aplica desde febrero pasado, pero esperamos mayores reducciones”.
El ministro de Relaciones Exteriores y el secretario de Comercio, Miguel Braun, repasaron junto con representantes de la Unión Europea, China y Japón, las chances para avanzar en la eliminación de subsidios y paliar las tendencias proteccionistas globales.
También abordaron los desafíos que el comercio electrónico presenta al intercambio de bienes y servicios, durante el MC11 Business Forum en el porteño Centro Cultural Kirchner (CCK).
Faurie consideró que la persistencia de las subvenciones que los países desarrollados aplican a los productos agrícolas es “abrumadora”, y las cifró en “cinco veces el tamaño del respaldo que damos a las políticas de desarrollo en todo el mundo”.
El canciller argentino compartió un panel –coordinado por Braun- junto con la comisaria de Comercio de la UE, Cecilia Malsmström; el viceministro de Comercio de China, Wang Shouwen; y el viceministro de Economía y Comercio de Japón, Hiroshige Seko; además de la secretaria de Industria y Comercio de Marruecos, Rakiya Eddarhem.
Faurie aludió asimismo a los “nuevos problemas que se avecinan respecto del comercio electrónico, que hace 15 años ni siquiera se mencionaban”, y alertó que “si avanzamos tan lentamente en estas negociaciones, en 10 años será demasiado tarde”.
“Esta es la oportunidad para repensar el rol del multilateralismo y pensar el rol de la OMC, que debe incluir de forma más activa al sector privado como forma de renovar el modo de realizar las negociaciones”, dijo Faurie, para luego proponer la conformación de “grupos de reflexión”, como existen en la OCDE y en la ONU, “para pensar en cómo hacer más inclusiva la tarea de los organismos internacionales”.
El canciller destacó los “pasos que van a cobrar vida luego de la reunión de Buenos Aires”, y consideró que el Grupo de los 20 “es un buen escenario para una discusión sobre las economías y sobre lo que preocupa a la población de todo el mundo”.
“Hay una nueva realidad de la producción con fuerte impacto en la mano de obra, por lo que debemos liderar el período de cambio y ser proactivos en la búsqueda de soluciones”, concluyó Faurie.