Ganadería

CONINAGRO manifiesta su apoyo a los tamberos frente a la difícil situación

Para dimensionarlo, se puede analizar el alimento, ya que es el mayor insumo de cualquier tambo. Desde mediados de 2017 la relación insumo-producto ejemplificada a través del indicador leche/balanceado ha decrecido significativamente, para ubicarse según el del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) en 0,92, cuando el...

Para dimensionarlo, se puede analizar el alimento, ya que es el mayor insumo de cualquier tambo. Desde mediados de 2017 la relación insumo-producto ejemplificada a través del indicador leche/balanceado ha decrecido significativamente, para ubicarse según el del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) en 0,92, cuando el promedio de la serie supera la unidad. Es decir, el costo de alimentar a las vacas sube más rápido que el valor de su producto, la leche.

 

Y los tambos no están aislados, sino insertos en una cadena. Esta cadena tiene cuatro partes que conjugan para llevar los productos al consumidor: los tambos, las industrias, el comercio y el estado. Los tambos originan la leche que será materia prima para el resto de la cadena, por ello su rol es fundamental. Y esta cadena destina en torno al 80% de su producción al mercado interno y el resto al exterior.

La situación actual tiene muchas causas y aún más diversas consecuencias, y los diagnósticos abundan en el sector lechero: concentración de la producción, falta de la transparencia en la formación de los precios,  alta presión fiscal, inundaciones seguidas de sequías,  reducción en los reintegros y aumento en los derechos de exportación, altas tasas de financiamiento, prórrogas en las cadenas de pagos, falta de infraestructura de caminos y de comunicaciones, baja incorporación de nuevas generaciones, menor actividad económica que no tracciona el consumo, marginalidad, alta disparidad en el contenido de sólidos, alto valor de la energía, ineficiencias productivas, barreras para-arancelarias, ineficiencias laborales, falta de planificación de las inversiones, falta de innovación tecnológica de procesos, de maquinarias, ciclos de sobreoferta y estancamiento seguidos de escasez, estacionalidad climática, entre muchos más.  Y finalmente, y a nuestro entender, uno de los más graves: desencuentros recurrentes entre las cuatro partes de la cadena. Todo ello nos llevó a donde estamos hoy.

Desde CONINAGRO queremos aportar luz a algunas propuestas de corto plazo que permitan abordar la coyuntura del sector:

·       Refinanciación de deudas y políticas diferenciales, a través de instrumentos financieros para recomposición de capital de trabajo.

·       Beneficios impositivos y financieros para rescatar al productor y, a largo plazo, promocionar el asociativismo, para lograr mejor precio al productor y mejor precio al consumidor.

·       Tal como lo mencionamos en nuestro proyecto de Ley, una política de Estado con concreto apoyo de proyectos asociativos con forma de proteger a toda la cadena integral.  

·       Búsqueda en conjunto de mercados externos.

 “Entre el sector público y privado debemos rescatar con medidas impositivas y financieras la difícil situación de los pequeños y medianos tamberos. Y además incentivas a que se asocien”, decía Carlos Iannizzotto, presidente de CONINAGRO.

"Hay que promocionar el asociativismo en el sector tambero para llegar al productor y al consumidor con mejores precios", indicaba el presidente de CONINAGRO.