Bajo el lema “El desafío de reinventarnos y crecer”, la cuarta edición del evento tendrá
lugar el día miércoles 1° de abril de 2020, en el Metropolitano, Centro de Eventos y
Convenciones de la ciudad de Rosario, Santa Fe. “Mientras que las ediciones anteriores se realizaron en Buenos Aires, esta vez la propuesta es acercarse a un punto estratégico, que facilite la participación de muchos de los actores involucrados”, expresó Gustavo Mozeris Gerente Ejecutivo de la Fundación. “Otra novedad será la existencia de un sector con stands, donde las distintas empresas y organizaciones del sector tendrán su espacio”.
“El primer Outlook de la Cadena Láctea Argentina se realizó en 2014, y se trata de un
evento único en el sector, no sólo porque permite repensar, a través de los temas
propuestos, la lechería como actividad productiva, sino que posibilita el encuentro de
todos los eslabones que conforman la cadena”.
Entre los temas que se tratarán en el 4° Outlook se encuentran: efectos de la geopolítica y el mercado internacional, experiencias internacionales de organismos de apoyo a la cadena, agenda para la competitividad, efectos de las nuevas tecnologías y limitantes y desafíos que presenta en negocio lechero. Entre los disertantes habrá especialistas no sólo del ámbito local, sino también de varios países del mundo. El evento contará con reconocidos expositores, y se estructurará en 5 bloques temáticos. "Apuntamos a que sea un espacio de encuentro de la cadena, de intercambio, de conexión para seguir creciendo”, dijo Gustavo Mozeris, gerente ejecutivo de la FunPEL. “Ejercitar y fortalecer nuestros espacios de acción colectiva y trabajo en equipo en pos de una lechería nacional más competitiva es uno de nuestros mayores deseos para el 2020”, concluyó.
Balance y perspectivas
Con el objetivo de realizar un balance acerca de cómo finalizó el 2019 y qué se espera
en materia de lechería, la Fundación para la Promoción y Desarrollo de la Cadena Láctea Argentina (FunPEL) realizó el pasado miércoles 19 de febrero su primera reunión de Consejo Consultivo. El mismo está integrado por las principales entidades de la producción y la industria de la Cadena Láctea Argentina en la sede del INTA en San Telmo. Análisis, balances y desafíos fueron los temas clave. Además, durante el encuentro se siguió trabajando en el 4to Outlook 2020, evento que convoca a la cadena en su conjunto.
Jorge Giraudo, Director Ejecutivo del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina
(OCLA), analizó el año lechero 2019 y las expectativas hacia adelante, analizó la
situación actual y apuntó sobre perspectivas futuras. Asimismo, destacó la tarea
realizada a diario desde el OCLA, en sus tres años de vida.
"Cerramos el año con un volumen de producción apenas inferior al del año pasado (-1,7%), sin embargo, este año se verificó un aumento del 5,5% en relación a enero de 2019, fundamentalmente por una base de comparación muy baja en ese año principalmente debido a las altas temperaturas registradas en la cuenca central";
aseguró Giraudo. "Esa fuerte caída marcó la dinámica para el resto del año,
recuperándose en forma sucesiva desde junio 2019 hasta diciembre", agregó.
Asimismo, comentó que la rentabilidad positiva registrada en los tambos en el 2019
ayudó a recuperar parte de los resultados negativos acumulados en años anteriores.
Esto se debió a distintos factores, entre ellos: la caída inicial de la producción en 2019,
sumando a los bajos stocks y la aparición de un nuevo jugador industrial con necesidad de materia prima que impulsaron el precio de la leche cruda hacia arriba. En 2019 el consumo doméstico de lácteos experimentó una caída del 5%, alcanzando los 180 litros/habitante y por año y las exportaciones fueron inferiores en un 9,5%.
Para el 2020 se estima un crecimiento de la producción de leche de 2,2% respecto de 2019 y una recuperación del consumo de productos de la mano de los diferentes instrumentos implementados por el gobierno nacional. En lo que respecta al mercado internacional, se vislumbran escasas probabilidades de recuperación de las exportaciones debido al bajo valor del tipo de cambio efectivo para la liquidación de divisas y la suba de derechos exportación, sumada a los bajos niveles de reintegros.
