
Un informe reciente de la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores y otros Equipamientos Agrícolas e Industriales (AFAT) revela que, aunque las ventas de maquinaria agrícola en Argentina han crecido durante los primeros siete meses de 2025, el parque tecnológico del sector sigue siendo obsoleto. Este crecimiento se queda corto para la renovación necesaria y la incorporación de tecnologías de vanguardia en el campo.
Según datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA), entre enero y julio de 2025 se observaron aumentos significativos en el patentamiento de equipos. El patentamiento de cosechadoras aumentó un 55% (de 310 a 480 unidades), el de tractores un 28% (de 2.410 a 3.091 unidades) y el de pulverizadoras un 22% (de 323 a 394 unidades).
Este repunte inicial se debe a una mejora en el contexto macroeconómico y a la superación de problemas pasados, como las restricciones a la importación de componentes y equipos específicos. Sin embargo, a partir de junio, el ritmo de las operaciones se desaceleró debido al aumento de las tasas de interés. Por ejemplo, en Agroactiva, las tasas de financiación ofrecidas a los productores alcanzaron el 24%, a diferencia del 15% que se vio en Expoagro.
Maquinaria agrícola y la urgencia de la modernización y los desafíos del sector
La AFAT subraya la necesidad de modernizar el parque de maquinaria, ya que entre el 70% y 80% de los tractores tiene más de 15 años, y una proporción similar de cosechadoras tiene más de una década de uso. Esta antigüedad afecta directamente la calidad de las labores de cosecha y poscosecha. Para que el mercado se considere "razonable", la AFAT estima que se deberían incorporar anualmente entre 7,000 y 8,000 tractores, 1,000 y 1,200 cosechadoras, y entre 800 y 900 pulverizadoras. Las cifras actuales se mantienen por debajo de este umbral.

La modernización tecnológica es crucial para aumentar la eficiencia productiva, económica y ambiental. El mercado ya ofrece tecnologías avanzadas como piloto satelital, dosificación variable, mapeo de aplicaciones, y autorregulación de cosechadoras, que demuestran mejoras notables en el rendimiento.
De cara al futuro, la entidad espera que una posible reducción de retenciones pueda mejorar los márgenes agrícolas y fomentar la inversión. No obstante, la AFAT advierte que una renovación sostenida del parque tecnológico requiere abordar temas estructurales como la carga impositiva, el acceso a crédito bancario a largo plazo y competitivo, y mejoras en la infraestructura y conectividad.
AFAT, que nuclea a 12 plantas industriales que cubren más de 500,000 metros cuadrados, representa a marcas como Agrale, CLAAS, John Deere y Stara. Con una red de 500 puntos de venta, estas empresas generan alrededor de 16,700 empleos directos e indirectos.