El conflicto entre la láctea SanCor Cooperativas Unidas Limitada (CUL), con sus trabajadores, sigue en un punto muerto. Así, la medida que mantiene paralizada la producción de la procesadora parece encaminarse antes de fin de año hacia una decisión extrema. La disputa va rumbo a cumplir dos meses.
Así se desprende de las posiciones –muy enfrentadas- que volvieron a mostrar este miércoles las partes en una audiencia de conciliación dispuesta por el Ministerio de Trabajo, encaminada a buscar un principio de entendimiento entre las partes para zanjar el enfrentamiento entre las partes que ya provocó el cierre de plantas, la disminución de tareas de producción y consecuentemente de distribución de productos en góndolas, y hasta el derrame de miles de litros de leche que no podía ingresar a fábrica.
“La audiencia no avanzó nada. Las partes mantuvieron sus posiciones y aunque el diálogo no se interrumpió, estimamos que se avecina una definición: la empresa o cierra o se recupera”, dijeron lacónicamente algunos observadores relacionados con los asesores legales de las partes.
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La falta de entendimiento provocó que las autoridades de Trabajo resolvieran pasar la reunión a un cuarto intermedio hasta este jueves, según la información recogida por La Nación. En tanto, no se descarta que ante la situación irresuelta durante el próximo fin de semana largo la empresa tenga de desechar nuevamente miles de litros de leche al ver saturada la capacidad de sus plantas.
Como se informó, SanCor denunció recientemente mediante un comunicado que la posición de la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea de la República Argentina (Atilra) de paralizar la producción reclamando la regularización de salarios, no obedece solo a esta cuestión sino que está en directa relación con el fracaso de su iniciativa de un fideicomiso junto a empresarios relacionados con el kirchnerismo.
En alerta
En una asamblea de ayer, que reunió a empleados de todas plantas de SanCor en el interior del país, como San Guillermo [cerrada recientemente], Sunchales, Gálvez (Santa Fe) y Devoto y Balnearia (Córdoba) y de Buenos Aires (centro de distribución), resolvió iniciar una demanda penal contra la empresa, por defraudación -art 173 del Código Penal- por la retención no depositada de los porcentajes salariales correspondientes a la jubilación y obra social.
“Si la empresa retuvo esos fondos y no los derivó a quien correspondía, debió restituirlo a los trabajadores. Lamentablemente, muchos de esos trabajadores no podrán acceder a una jubilación en término porque le faltarán aportes. Pero también seguirán teniendo problemas con la cobertura de sus obras sociales”, explicó uno de los delegados de los obreros, que habló en la asamblea.
Desde el sector gremial se insistió en señalar que la láctea ostenta una deuda del orden de los 380 millones de dólares, cifra que no se pudo confirmar porque las partes evitan las comunicaciones con la prensa.
En tanto, desde SanCor se indicó hoy ante una consulta de este diario que la continuidad de las medidas de fuerza terminará por interrumpir la elaboración de distintas líneas de productos, con lo cual se anticipó que en pocas semanas la producción se reducirá a tal punto que no será posible derivar productos al mercado.