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Se reanudaron las actividades agrícolas en Santa Fe después de la crisis hídrica

A través de su Sistema de Estimaciones Agrícolas, la entidad informó que la estabilidad climática, los días soleados, y las altas temperaturas con procesos muy activos de evaporación y evapotranspiración (que combina la disipación de vapor de cuerpos de agua y suelo con la transpiración por parte de...

A través de su Sistema de Estimaciones Agrícolas, la entidad informó que la estabilidad climática, los días soleados, y las altas temperaturas con procesos muy activos de evaporación y evapotranspiración (que combina la disipación de vapor de cuerpos de agua y suelo con la transpiración por parte de plantas, hacia la atmósfera), permitieron la reanudación de las actividades agrícolas como la siembra de soja de segunda, sorgo y maíz, y se retome la cosecha de girasol.

El informe indica que se suma además el escurrimiento superficial de los excesos hídricos, y pone de relieve que importantes áreas modificaron los escenarios de los sistemas productivos, que siete días atrás estaban afectados en distintos grados en todos los departamentos del centro y norte santafesino.

"Hoy comenzó una intensa actividad y movimiento de equipos y máquinas, se reanudó el proceso de siembra de soja de segunda, sorgo granífero y maíz de segunda; el proceso de cosecha de girasol y las aplicaciones, monitoreos, seguimientos y controles de los cultivos, que fueron condicionadas por el estado del piso y de los caminos secundarios o terciarios intransitables", informó la Bolsa santafesina.

En cuanto a la soja de primera, los cultivares sembrados en lotes que se encuentran en diferentes posiciones topográficas: alta plana, alta, media, media baja, baja y plana cóncava, se desarrollaron bien desde el inicio y las consecuencias del período de excesos hídricos continuó mostrando los diferentes grados de impacto en toda el área sembrada.

Transcurridos siete días, en los que los procesos de evaporación y evapotranspiración fueron importantes, a los que se sumaron al escurrimiento superficial, se generaron condiciones que, de acuerdo con los distintos grados de afectación, permitieron una reacción favorable.

En tanto, el proceso de siembra de la soja de segunda logró un 93% de grado de avance, que representa unas 511.500 hectáreas sobre una intención de siembra para esta campaña 2016/2017 de 550.000 hectáreas. En comparación con la campaña anterior, la siembra presenta un retraso de siete puntos.

La siembra se reanudó a medida que las condiciones de piso y la cama de siembra lo fueron permitiendo. En muchos lotes de acuerdo con la planificación, tras la cosecha de girasol se realizaron tareas mecánicas de acondicionamiento de suelo y posterior siembra.

Ante los escenarios mencionados por la presencia de malezas en aumento, se comenzó con las aplicaciones pero también se continuaron observando áreas muy encharcadas o anegadas, mortandad de plantas y problemas en el crecimiento y desarrollo, generando una situación complicada para los cultivares, por lo que se advierte, para el cultivo de la soja de segunda, un futuro incierto.

También se reanudó el proceso de cosecha de girasol, a medida que el piso lo permitió, y el ritmo de trilla aumentó.

Los cultivares que aún no se cosecharon continuaron su evolución con secuelas muy importantes de los eventos climáticos ocurridos, y se estima un rendimiento promedio de hasta 16 quintales por hectáreas (qq/ha) para la campaña 2016/2017.

Por otra parte, los cultivares de maíz temprano continuaron evidenciando las consecuencias del período muy húmedo, como fue la mortandad de plantas (cambio de color), de acuerdo con las posiciones topográficas (con encharcamiento-anegamiento), y se observa, asimismo, un amplio rango de situaciones y estados de los cultivares.

La situación del cultivo de arroz ante las buenas condiciones cambió y con el transcurso de los días se pudieron realizar tareas de control ante el ataque de insectos de temporada, y se continuó observando vaneo de flores y granos por encima de lo normal, lo que se reflejaría en los rendimientos de los lotes afectados.

Los caminos naturales lentamente fueron secándose y acondicionando para su transitabilidad, ante la proximidad del comienzo de la cosecha, programada para fines de enero.

El proceso de siembra de algodón logró una superficie aproximada de 53.000 hectáreas, habiendo estado muy condicionado su final por las sucesivas precipitaciones.
Finalmente, el proceso de siembra de sorgo granífero logró un 85% de avance, número que representa unas 55.250 hectáreas.