"Las retenciones no son lo que queremos, no es lo que quiere el presidente ni cada uno de los que estamos aquí reunidos, pero es una parte frente a una emergencia, frente a una situación de eventual hiperinflación que estamos enfrentando". Con esas palabras justificó la aplicación de derechos de exportación el secretario de Agricultura, Fernando Vilella, anoche en el Congreso de la Nación, durante el debete de la Ley Omnibus que incluye la fijación de un 15 por ciento de retenciones para buena parte de los productos agroindustriales.
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El funcionario realizó un breve raconto de la evolución reciente de ese tributo y recordó que hasta hace solo cuatro meses estaba vigente para prácticamente todas las economías regionales, y destacó que desde la asunción de Javier Milei hubo variables que mejoraron la ecuación de los exportadores, como la reducción de la brecha cambiaria, que hoy está en 35 por ciento cuando el año pasado llegó a estar en el 300 por ciento.
"Entonces, desde el punto de vista del ingreso de cada uno de los afectados, el número al final del día es distinto. Por otro lado, se sacaron un montón de regulaciones que permiten acceder de distinta manera, sin arbitrariedades, sin controles, a comercializar los productos. Todo esto está siendo transformado en tres semanas", remarcó Vilella, y luego argumentó que las retenciones son un instrumento que permite contener el precio interno de los alimentos en un contexto de crisis económica aguda.
"Las autoridades nacionales se encuentran con 50 mil millones de dólares de importaciones no pagas que alguien autorizó, un Banco Central sin recursos, 45% de pobreza, 60% de los chicos pobres, 20% de los cuales esta noche no pudieron comer adecuadamente. Esta es la situación frente a la cual, con una inflación del 1% diario, había que encontrar instrumentos para equilibrar la economía. Uno de los instrumentos fue hacer una devaluación. Las retenciones lo que hacen es que los consumidores locales tengan un precio menor al momento de pagar", aseguró.
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Luego, el funcionario abordó diversos planteos puntuales que realizaron los diputados presentes en la sesión. Explicó, por ejemplo, que el criterio para definir la aplicación o no de retenciones a cada sector fue "por cadena", es decir que si un cultivo queda excento, quedan excentos todos los subproductos derivados de ese cultivo, para no generar diferenciales que funcionen como desincentivos al agregado de valor.
Vilella también remarcó que a diferencia de otras etapas en las que un solo funcionario movía la alícuota de retenciones a su antojo, esta vez la discusión se está dando en el Congreso. "Acá la decisión de qué es lo que va a pasar está en manos de ustedes", dijo, y aseguró que "en la medida que la macroeconomía mejore, como la intención es que las retenciones no estén, estaremos en condiciones de bajarlas".