
La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) volvió a manifestar su preocupación por la creciente presión impositiva sobre el campo a nivel municipal. A través de un extenso informe, la entidad denunció que los municipios bonaerenses y pampeanos incrementaron de manera significativa los valores de las tasas viales y de guías, transformándolas en herramientas recaudatorias sin una contraprestación clara.
Según el informe, los productores rurales se enfrentan a tasas municipales con valores fijados de manera arbitraria, sin planificación ni justificación técnica. En el caso de la tasa vial, que debería destinarse a la conservación de los caminos rurales, se detectaron diferencias de hasta ocho veces entre distintos municipios, mientras que más del 60% de la red vial rural se encuentra en estado regular o malo.
“Además, surgieron nuevas tasas municipales que no están vinculadas a la prestación de servicios concretos, lo que incrementa la carga impositiva al campo sin que los productores reciban mejoras en la infraestructura”, indicaron desde Carbap.
Por otro lado, uno de los puntos importantes del informe es la relación entre la recaudación y el estado de los caminos rurales. Buenos Aires cuenta con una red de más de 120.000 kilómetros de caminos de tierra esenciales para el traslado de granos, hacienda y productos lácteos. Sin embargo, el mantenimiento es insuficiente en muchos distritos, afectando la productividad y la calidad de vida en las zonas rurales.
Además, la segmentación de la tasa vial según la cantidad de hectáreas genera desigualdades significativas. Según el informe, en algunos municipios la diferencia impositiva entre un establecimiento de 100 hectáreas y otro de 1.500 hectáreas supera el 70%, a pesar de recibir los mismos servicios.
Otro de los cuestionamientos apunta a la "Tasa de Marcas y Señales", que se cobra por el traslado de hacienda. Mientras que algunos municipios no la aplican, en otros supera los 6.000 pesos por animal enviado a faena, representando hasta el 1,2% del valor de una vaca de descarte. Además, algunos distritos suman costos adicionales por registrar terneros nacidos o reducir la marca de un animal comprado.
El estudio estima que, solo en concepto de tasa vial, los municipios bonaerenses recaudarán más de 165.000 millones de pesos en 2025. "Con ese monto se podrían comprar unas 800 motoniveladoras de 170/180 HP por año, es decir, más de ocho por municipio. Sin embargo, hay distritos que apenas cuentan con una o dos máquinas en funcionamiento, y muchas tienen más de diez años de uso", destacaron desde Carbap.
La situación en La Pampa
Aunque en la provincia de La Pampa no se cobra una tasa vial, los costos relacionados con las guías de traslado de hacienda y granos siguen siendo elevados, lo que impacta directamente en la rentabilidad de los productores. Según un informe reciente, el costo para trasladar un novillo fuera de la provincia asciende a 6.090 pesos por cabeza, una cifra considerablemente alta que encarece el proceso de comercialización, especialmente cuando los productores buscan acceder a mercados externos. Esta situación se agrava aún más si se considera que, además de este costo, existen otros gastos asociados al transporte y la logística, lo que representa una carga significativa para los productores de la región. Este escenario afecta la competitividad de los productores pampeanos, quienes deben enfrentar costos adicionales para mover su ganado y granos a mercados más distantes, en un contexto donde la eficiencia en los costos de producción es sumamente importante para mantener la rentabilidad del negocio.
Pedido de regulación y transparencia
Desde Carbap insisten en la necesidad de establecer criterios claros para la aplicación de tasas municipales. "Es fundamental garantizar la transparencia en el uso de los fondos recaudados e implementar sanciones para aquellos funcionarios que desvíen recursos o incumplan con sus obligaciones", concluyó la entidad.
Con el sector agropecuario cada vez más afectado por la carga impositiva, el reclamo de los productores se mantiene firme: las tasas deben estar justificadas y traducirse en mejoras reales para el campo.