Regionales

Productores de Córdoba cuestionan fuerte la carga impositiva por guías de hacienda y su falta de retorno

En Córdoba, ante la creciente inquietud por los gastos que afronta el sector agropecuario, se está llevando a cabo un estudio minucioso acerca del cobro de las conocidas “guías de hacienda”, un impuesto comúnmente aplicado al traslado de animales que impacta de manera directa en los productores.

En medio de una creciente preocupación por los costos que enfrenta el sector agropecuario, en Córdoba se impulsa un análisis detallado sobre el pago de las llamadas “guías de hacienda”, un tributo habitual para el traslado de animales que afecta directamente a los productores.

Con márgenes de ganancia cada vez más ajustados, la carga fiscal toma protagonismo en las cuentas de los productores. La problemática recuerda la frustración nacional por el mal estado de los caminos rurales, que, a pesar de las tasas cobradas para su mantenimiento, no reciben mejoras visibles ni inversiones significativas.

En ese marco, las asociaciones rurales del noroeste cordobés decidieron calcular el impacto económico que supone para el sector el pago de impuestos vinculados al movimiento de hacienda, arrojando cifras alarmantes: en el último año y medio, los productores provinciales habrían destinado alrededor de 13.500 millones de pesos a este concepto, sin recibir contraprestación alguna.

“Cajas sin nombre”

Los propios productores califican este sistema como “cajas sin nombre”, dado que consideran que no existe un destino claro ni trazabilidad sobre el uso de esos fondos por parte de comunas y municipios.

Sobre las guías

“Las guías no representan una prestación de servicio, no mejoran caminos, no aportan al control sanitario, no financian infraestructura local. No hay una sola contraprestación concreta que justifique su existencia. Sin embargo, mes a mes, año a año, el productor paga por una tasa que funciona como una verdadera aduana interior, expresamente prohibida por la Constitución Nacional”, señalaron desde Córdoba.

En tanto, dicho cálculo se realizó utilizando datos oficiales, basados en el número de animales transportados y un promedio estimado del valor de las guías. Según el SENASA, en 2024 se movilizaron en Córdoba más de 7,7 millones de animales entre bovinos y porcinos, distribuidos en 235.116 Documentos de Tránsito Electrónicos (DTe). De esa cifra, cerca de 1,67 millones de animales correspondieron al Arco Noroeste provincial, con casi 50 mil DTe emitidos. Con un costo promedio de 1.100 pesos por animal, el tributo implicó una extracción directa para los productores de más de 8.537 millones de pesos a nivel provincial, y más de 1.841 millones solo en la región noroeste.

La tendencia se mantiene en 2025: hasta la fecha, se han transportado 4,58 millones de animales en Córdoba (134.225 DTe) y un millón en la zona noroeste (29.733 DTe). La recaudación acumulada estimada supera ya los 5.038 millones de pesos provinciales y más de 1.100 millones en el Arco Noroeste.

guias

 

Según los productores, la situación roza el absurdo: “Se cobra incluso por mover hacienda entre campos del mismo propietario. Y no hablamos de casos aislados. Se trata de una práctica generalizada en decenas de municipios y comunas que encontraron en las guías una caja de recaudación fácil, opaca y sostenida sobre el esfuerzo ajeno. Una caja que nadie quiere soltar”.

Seis asociaciones de la provincia unificaron sus voces: “Todo ese volumen genera una recaudación silenciosa y sistemática que se le extrae al productor sin destino conocido, sin devolución ni trazabilidad por parte de comunas y municipios. Cabe destacar que, si bien contados con los dedos de una mano, hay municipios que dejaron de cobrar este ‘sinsentido’; como los casos que celebramos de Jesús María, La Cesira y General Cabrera”.

Finalmente, advirtieron: “Volvemos a decir que este mecanismo, lejos de promover el desarrollo local, lo estrangula. Dificulta la comercialización, encarece los costos, empobrece a los actores más pequeños y genera un circuito perverso donde el Estado local vive del esfuerzo productivo sin ofrecer absolutamente nada a cambio”.