La novela SanCor suma un nuevo capítulo, luego de que Adecoagro confirmara que ya no compraría la totalidad de la operatoria de la firma láctea y que solo se quedaría con dos plantas de producción.
Ahora, los socios de la cooperativa planean quedarse con seis de sus fábricas procesadoras de leche además de la marca insignia y el centro de distribución ubicado en la localidad bonaerense de Don Torcuato. El resto de las unidades productivas, marcas y negocios seguirán en busca del mejor postor. Lejos quedó aquella posibilidad de que una sola empresa comprara la totalidad de SanCor.
Actualmente la láctea cuenta no sólo con millonarias deudas sino también con un modelo de negocio complejo y con un sinfín de ineficiencias. En este contexto los socios de la cooperativa resolvieron que el desguace total no era una posibilidad, por lo que ahora proyectan reflotar en base a una estructura más acotada la marca SanCor que es reconocida en las góndolas de todo el país.
Si bien todo sigue en conversaciones, las plantas de producción seleccionadas para seguir funcionando bajo el paraguas de SanCor son, además de Sunchales, La Carlota, Gálvez, San Guillermo, Balnearia y Devoto. Mientras tanto, el resto de las unidades productivas siguen con cartel de venta, como así también otras marcas fuertes como Mendicrim y su participación en el negocio de productos con mayor valor agregado, de la que Vicentín tiene el 90%. Lo cierto es que en el último año y medio SanCor se fue desprendiendo de otras de plantas de producción.
La planta de Centeno pasó a manos de La Tarantella, Brinkmann a Alaisa, Charlone a San Gotardo, Coronel Moldes a Cooperativa de tamberos de Huanchilla, Porteña a Arla y ahora Adecoagro se quedará con Chivilcoy y Morteros. Por supuesto que todavía falta mucho camino por recorrer y los socios de la cooperativa tendrán que darle su aprobación a este nuevo plan de negocios que se votaría en una asamblea extraordinaria durante octubre.
Asimismo, también hay que tener en cuenta que SanCor necesita hacerse de capital para pagar el Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE) que logró meses atrás con sus acreedores que aceptaron un quite en el pago de deuda en promedio del 50%. Continúa en danza la negociación con la AFIP porque la empresa también mantiene con este organismo un deuda de poco más de $3.400 millones. La situación es compleja pero desde la empresa confían que este plan es el mejor para salir a flote y además contempla que continúe operando la cooperativa, con todo lo que eso implica para los productores lácteos.