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La aplicación foliar debería formar parte de todo plan de fertilización y/o nutrición

Una nueva edición de la Jornada M.A.S Productor (Manejo Agronómico Sustentable), reunió a técnicos y productores de la zona para conocer cómo respondieron los protocolos de fertilización balanceada en una campaña signada por la sequía.

En la parada de maíz, el Ing. Agr. Germán Bianchini de Agroestudio Rafaela, Distribuidor oficial de Kioshi Stone, comentó las condiciones oportunas para una fertilización foliar.
“Al momento de proyectar la campaña debemos saber si el suelo es deficiente en algún nutriente o si hay alguna condición del mismo que limite la disponibilidad de éstos”, recomendó. Y explicó que una de las ventajas de la fertilización foliar es que permite cubrir deficiencias transitorias, como puede ser el caso de una sequía, ya que, al no tener suficiente agua, limitando la solución del suelo, las raíces no pueden absorber los nutrientes disponibles en él.

Además, agregó que, en momentos de pico de crecimiento de los cultivos, los suelos normalmente no pueden ofrecer lo que el cultivo requiere, especialmente en los maíces de alto rendimiento que se utilizan actualmente. La fertilización foliar en ese caso puede abastecer parte de esa demanda. “La formulación del fertilizante foliar también es un punto muy importante a tener en cuenta. Las alternativas son: sales, soluciones acuosas, quelatos y suspensiones concentradas. Estas últimas reúnen todas las ventajas de las otras alternativas, incluyendo el rápido ingreso a la planta, pero con mayor concentración de nutrientes, como es el caso de los productos MIST de Kioshi Stone” detalló.

Y al finalizar su presentación Bianchini afirmó “por todas las ventajas que posee, la fertilización foliar debería estar contemplada dentro de un plan de nutrición completa, ya que es complementaria a la de base aplicada al suelo”.

Maíz

A continuación, la Ing. Agr. Rocío Cordero de Kioshi Stone, explicó el protocolo de fertilización aplicado al lote de maíz que el público estaba observando. Según señaló, se aplicó MIST TPS previo a la siembra, compuesto por calcio, magnesio y azufre, que son elementos que los cultivos extraen. A la siembra se aplicó un nuevo producto granulado que la empresa está desarrollando, una urea de liberación controlada mediante nanotecnología. Una vez emergido el cultivo se realizó la aplicación foliar de MIST N en V4-V6, con dosis de 3 lts/ha. Se trata de una urea adsorbida a los capilares de un carbonato, con tamaño de nanopartículas. Al aplicarlo, la planta va tomando de esos capilares el nitrógeno en la medida que lo va necesitando. “También se realizó una aplicación foliar de MIST Zn, teniendo en cuenta que iba a ser un año seco, y que, por lo tanto, la absorción de micronutrientes por raíces se iba a ver afectada”, explicó Cordero.

Conforme avanzó el desarrollo del cultivo, se realizó una nueva aplicación de MIST N en V8-V10, un momento de alta demanda de este elemento, combinado con MIST K, que actúa en la regulación osmótica, preparación para floración y cuajado de flores.
“Una de las ventajas de usar los productos MIST es que se pueden mezclar con fitosanitarios, y ser aplicados en estadios avanzados, con pulverizador terrestre o aéreo”, agregó Rocío.

Soja

A su turno, el Ing. Agr. Francisco Larraburu de Kioshi Stone, explicó el protocolo aplicado en el lote de soja. En este caso el producto utilizado fue MIST Balance, con 2 aplicaciones de 1 lt/ha cada una, en etapa vegetativa, y en reproductiva a partir de floración. El mismo posee macronutrientes primarios como el nitrógeno, el fósforo y el potasio, secundarios como calcio, magnesio y azufre y micronutrientes como silicio y boro. “Son 2 momentos puntuales en los que recomendamos la aplicación, a partir de 4 hojas, con suficiente área foliar para lograr una eficiente absorción por la planta, con el objetivo de potenciar el crecimiento de estructuras vegetativas como hojas y ramas. La segunda etapa es a partir de floración hasta inicio de formación de vainas, allí apuntamos a tener mayor número de flores y vainas, y en definitiva un mayor rendimiento” explicó el técnico.

“En un año niña el uso de este producto cobra mayor importancia porque disminuye el aborto floral. MIST BLC tiene una rápida asimilación y atiende diferentes requerimientos en diferentes etapas del cultivo, objetivo que un fertilizante mono nutriente no podría cumplir” aseguró Larraburu. Y agregó “en nuestra red de ensayos encontramos entre 8 y 17% de aumento de rendimiento por uso de BLC”.

“Los cultivos de este campo experimental se encuentran en un estado muy superior al de la zona, especialmente el maíz de primera. Esto pone en evidencia el impacto positivo que tiene un manejo basado en la rotación y la adecuada nutrición de los cultivos utilizando los fertilizantes y correctores de suelo de la línea MIST en un período de 4 años, tal como venimos observando en otros sitios” concluyó Larraburu.