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Senasa licitará las acciones de combate a las plagas

Ricardo Negri, el titular del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) había sido pieza clave en el acuerdo que de madrugada firmó con los funcionarios sanitarios chinos para el ingreso a ese país de la carne vacuna enfriada y congelada con hueso. Una negociación que duró...

Ricardo Negri, el titular del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) había sido pieza clave en el acuerdo que de madrugada firmó con los funcionarios sanitarios chinos para el ingreso a ese país de la carne vacuna enfriada y congelada con hueso. Una negociación que duró más de 15 años y que le permitirá a la Argentina aumentar su participación hacia ese destino que, actualmente, representa casi la mitad de las exportaciones bovinas que realiza la Argentina.

"Las negociaciones con los chinos no son fáciles, y hemos llegado a buen puerto. Se acordó el protocolo sanitario que luego tiene que ser refrendado por los ministro de Agricultura de los dos países y así formalizarlo. En 2011, cuando ingresamos con la carne congelada, arrancamos de cero; hoy ya nuestra carne entra por muchos puertos. Eso ayuda. El compromiso político de ambos presidentes es muy fuerte", sostuvo Negri, antes de dar su parecer respecto de las condiciones actuales en las que está el Senasa y anticipar algunos lineamientos de su gestión.

-A menos de un mes de haber asumido en el Senasa, ¿cuál es el diagnóstico que tiene sobre la situación del organismo?

-Si bien en los últimos dos años el Senasa había tenido cambios, no habían sido profundos. Y por eso el ministro me asignó la responsabilidad de llevar a cabo una implementación más rápida de los cambios en el organismo. Necesitamos que el Senasa esté en el siglo 21 lo más rápido posible. Si queremos ser el supermercado del mundo, como es la decisión del presidente Macri, el Senasa debe tener un rol central. Y en ese aspecto tiene dos funciones claves. Fronteras adentro tiene que asegurar la sanidad animal y vegetal; y hacia afuera, y también hacia adentro, la inocuidad de los productos de la agroindustria. En definitiva, todo termina pasando por su órbita.

-¿Y cuáles son esos cambios que hay que agilizar?

-Tenemos que trabajar en desburocratización, como lo hemos venido haciendo en el último mes; en la trasparencia, modernización e integración de sistemas con otras agencias del Gobierno, como pueden ser Gendarmería, Aduana, Policía Aeronáutica y las provincias. El Senasa no puede estar solo, sino que debe estar con otros organismos cumpliendo su rol. En esa tarea mancomunada puede ser con un organismo del sector público o privado. No tiene sentido que una lucha sanitaria contra una plaga vegetal, por ejemplo, la haga el Estado una vez que está instalada. Los que mejor lo puede hacer son los entes sanitarios, porque así erradicamos a la fiebre aftosa. Como todo servicio, el Senasa tiene que estar orientado al cliente, que puede ser un ciudadano de a pie que compra un alimento al paso; los empresarios de la cadena agroindustrial que requieren de sus prestaciones, además de los estados provinciales y los países extranjeros que nos piden la certificación correspondiente de lo que compran. Es un organismo orientado a dar servicio y en eso debe ser eficiente.

-A partir de la experiencia con la aftosa, ¿la idea es que a las lucha sanitarias las puedan manejar los privados?

-A mí me gustaría que los entes sanitarios, como el que se hizo para el picudo, el de Afinoa (Asociación Fitosanitaria del Noroeste Argentino) en el NOA, o los planes de aftosa en los departamentos, sean un servicio público por licitación, para darle transparencia.

-¿Está sobredimensionada la estructura actual del Senasa?

-Depende. Repartidas en toda la geografía del país tiene más de 400 locaciones. A partir de esta magnitud tiene algunas deficiencias, debido a que el Senasa tiene una amplia distribución geográfica y la gente concentrada en pocos lugares. Y por otro lado, las modificaciones que llevamos a cabo requieren un cambio de estrategia en el personal. Por eso, aquellos que quieran trabajar y tengan pasión en el Senasa siempre van a tener lugar. Pero sucede que nos encontramos, como en muchas otras reparticiones del Estado, con gente que no querían ser parte del cambio. Para el desafío de llevar al Senasa al Siglo 21 tenemos que trabajar.

-¿Cuántos empleados tiene el Senasa?

-Arrancamos el 10 de diciembre de 2015 con una dotación de más de de 6.600 empleados y hoy somos alrededor de 6.000.